Morán y la ejecutiva bordean la ruptura en la negociación de la lista

La elaboración del elenco socialista para cubrir los 17 primeros puestos de la candidatura al Ayuntamiento de Madrid entró ayer en una fase de extrema complejidad, sobre la que comienza a pender la posibilidad de una ruptura. El enfrentamiento se inició el jueves y estalló ayer en el curso de la segunda reunión celebrada entre el candidato, Fernando Morán, y la dirección socialista de Madrid, representada por Jaime Lissavetzky, secretario general de la Federación Socialista Madrileña.

Hoy se celebra la tercera reunión entre Morán y Lissavetzky, en la que proseguirán las negociaciones para acordar una lista satisfactoria para ambas partes. Las desavenencias entre uno y otro se centran sobre las personas que van a figurar en la lista, sobre las correspondientes sensibilidades o familias socialistas de las que han de proceder, su ubicación en el listado y las funciones a desempeñar en caso de victoria electoral. Todo ello hace muy difícil el acuerdo, que ayer frisó la ruptura. La ejecutiva regional tuvo que aplazar hasta el domingo su reunión de ayer, convocada para ratificar el aún inalcanzado pacto y someterlo a votación en las 25 agrupaciones de la capital."Me ha sorprendido el hecho de que no me haya presentado su lista", comentó Morán a este periódico. "Deduzco que entre las denominadas familias no hay aún hoy [por ayer] consenso a la hora de determinar quiénes quieren que figuren en la lista. No pienso vetar a ninguno de los que me presente", añadió.

Lissavetzky, por su parte, dijo a este diario que deseaba mantener la confidencialidad de las reuniones: "Como secretario general de la FSM, estoy obligado a buscar un equilibrio entre las aspiraciones democráticas de las agrupaciones y las aspiraciones del candidato por dotarse de un núcleo de confianza. La cuestión central es el tamaño de este núcleo".

Fernando Morán propuso ayer cinco nombres, todos militantes del PSOE, a los que no piensa "en principio" renunciar: Carlos López Riaño, ex director del Plan Nacional contra la droga; el dramaturgo Joaquín Vida; Silvia Escobar, lingüista y fundadora de Amnistía Internacional en España; Felipe Carballo, del grupo de renovadores por la base; y María Eulalia Blanco, licenciada en Física y funcionaria del Instituto Nacional de Técnicas Aeroespaciales. El nombre de Julio Rodríguez, director de Caja de Granada, barajado por el candidato para asignarle el área de Economía municipal, fue descartado por razones profesionales propias.

La dirección socialista, por su parte, ofreció a Morán tres puestos, además de los de Narbona y Matilde Fernández. Morán considera que Fernández -a la que también alabó- no pertenece a su cupo.