El consejero insiste en que divulgó el estudio que culpa a Maeso del brote para "tranquilizar" a la sociedad

VIENE DE LA PÁGINA 1 Farnós no quiso entrar en ninguno de los extremos de su larga declaración ante José Luis Pérez Hernández, el magistrado de la sala Civil y Penal encargado de investigar si el consejero cometió un delito de revelación de secretos. A su salida del Palacio de Justicia se limitó a reiterar su disposición a colaborar con la justicia, al tiempo que explicitó, una vez más, su posición respecto al caso. "En conciencia, puedo decir que la rueda de prensa era necesaria para tranquilizar a los valencianos sobre el brote, porque no cabe la menor duda de que se había desencadenado una gran alarma social y sanitaria". Farnós aseguró que hoy, transcurridos ya cuatro meses desde la difusión de las conclusiones del estudio epidemiológico, "los valencianos seguirían alarmados sin conocer el alcance del contagio y sin estar informados de las causas, que quedaron perfectamente aclaradas en mi comparecencia". El consejero destacó que tiene la conciencia tranquila. "Hice lo que tenía que hacer", aseguró, y proclamó su máximo respeto por la Justicia. "He venido aquí a colaborar y esclarecer los hechos". Según fuentes cercanas al caso, Farnós sí aclaró un extremo básico para que la imputación pueda fructificar: aseguró conocer el fax en el que Ortega le instaba a no facilitar ninguna información sobre el brote de la hepatitis C contenida en el sumario de la causa. El responsable de la Sanidad valenciana contestó a todas las preguntas formuladas por el juez, el fiscal y el abogado de Juan Maeso, Francisco Davó. Éste, que tampoco quiso pronunciarse sobre los detalles de la comparecencia del consejero, se limitó a afirmar que las explicaciones de Farnós no le habían convencido, por lo que no existe razón "alguna para retirar la acusación formulada" contra el miembro del Consell presidido por Eduardo Zaplana. Davó, además, aseguró que el juez que investiga el caso ya conoce el nombre del funcionario que recibió la providencia del juez. El empleado público, aseguró el abogado de Maeso, trasladó el fax a "quien tenía la obligación de hacerlo". Roig, según las mencionadas fuentes, también fue claro: entregó el fax al consejero siguiendo los cauces burocráticos habituales, de lo que hay constancia escrita. .