Modernizar la sociedad y mejorar los servicios

Los derechos y la primacía de la sociedad civil luchan con demandas más mundanas sobre servicios públicos y teléfonos en las municipales de hoy en Irán, el mayor ataque al poder central que se ha visto en 2.500 años de historia del país. Casi 300.000 candidatos, de los que 5.000 son mujeres, luchan por unas 200.000 concejalías en ciudades, pueblos y aldeas en un abigarrado abanico de personalidades que van desde monárquicos que disimulan como pueden sus inclinaciones a yuppies a la occidental pasando por clérigos moderados y puros integristas.Unas 55.000 urnas han sido distribuidas a lo largo y ancho del país y puestas bajo la custodia de 120.000 policías en colegios que abrirán a partir de las ocho de la mañana.

La tensión política es alta en Teherán, donde se libran desafíos de alcance nacional entre moderados y duros, y donde la prensa informaba ayer del tiroteo de la noche del miércoles contra la sede de un partido de tecnócratas liberales que apoyan al presidente Mohamed Jatamí. Pero fuera de la capital se imponen los asuntos locales, como son mejoras en los servicios municipales, equipamiento en las escuelas o dotaciones en los centros de salud. En los pueblos que rodean a la capital, a una hora en coche pero a un mundo de distancia de Teherán, la gente dice que esas cuestiones de libertad y democracia están muy bien para la gente de la ciudad, pero que a ellos lo que les interesa es que haya agua, teléfonos y gas en las viviendas.

Responsables del recuento de estos comicios aventuran que, dado el sistema electrónico de votación que se va a aplicar en la capital, habrá resultados sobre lo ocurrido en Teherán al poco de que esta tarde cierren los colegios. Lo que se haya votado en el resto del país tardará más en conocerse, y en el caso de zonas rurales mal comunicadas pasarán varios días antes de que haya resultados.