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La economía creció un 3,8% en 1998 aunque empezó a frenarse al caer las exportaciones

La crisis financiera internacional ha provocado una desaceleración de dos décimas en el ritmo de crecimiento de la economía española en el cuarto trimestre del año debido al descenso de las exportaciones. La media de todo el ejercicio es, sin embargo, un considerable 3,8% de crecimiento real (sin inflación), tasa que no se registraba desde hace nueve años y que obedece a la fuerza del consumo y la inversión. La riqueza generada se trasladó en buena parte a las familias, cuya renta creció un 5,6%, 1,3 puntos más que en 1997 y permitió la creación de 440.000 empleos.

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Según publicó ayer el Instituto Nacional de Empleo (INE), la economía española registró durante el pasado año un crecimiento del 3,8%, por encima de la previsión inicial del Gobierno (3,4%) y tres décimas más que en 1997. Frente a una primera mitad del año dealta actividad (3,9%), el ritmo bajó en el tercer y cuarto trimestres (una y dos décimas, respectivamente) en relación a los mismos periodos del año anterior. No es un cambio profundo de signo, pero indica que la crisis financiera internacional ha puesto techo a la economía española por el lado del sector exterior, que restó 1,2 puntos al crecimiento el pasado año. Las exportaciones han crecido un 7,8%, casi la mitad que en 1997, mientras que las importaciones se han reducido en mucha menor medida (del 12,2% al 10,6%).De la evolución de la crisis en los próximos meses depende mucho que, finalmente, en 1999 se logre cumplir el 3,8% de crecimiento previsto por el Gobierno. El secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, apuntó ayer que el crecimiento se intensificará en el segundo semestre del año, lo que permitiría alcanzar este objetivo.

La mayoría de los expertos y organismos internacionales cifran el crecimiento para 1999 entre el 3,3% y el 3,5% porque entienden que la crisis será más duradera de lo que estima el Gobierno. Este nivel seguiría siendo elevado con respecto al resto de países de la UE, con los que España logró un diferencial de un punto el pasado año.

Tanto las previsiones oficiales como las de los expertos indican que se mantendrán crecimientos altos del consumo y la inversión, lo que permitiría contrarrestar en parte el efecto negativo del sector exterior, que aún puede agudizarse. Es lo que ha pasado durante 1998, ya que la demanda interna ha aportado al crecimiento económico cinco puntos.

El consumo, más fuerte

El consumo privado, la variable de mayor peso dentro del conjunto de la economía, creció el pasado año un 3,8%, frente al 3,1% del año anterior. En el cuarto trimestre se observa sin embargo una ligera desaceleración de una décima (del 3,8% al 3,7%), pero los expertos consultados entienden que el ritmo se mantendrá alto durante 1999, dada la rebaja del impuesto sobre la renta y el aumento del empleo previsto.

En cuanto al consumo público, el INE destaca que se ha acelerado el pasado año (del 1,4% al 1,6%). Las compras de bienes y servicios corrientes (los destinados al funcionamiento de la Administración) han influido menos este año que el anterior, al contrario de lo que ha sucedido con la remuneración de los asalariados. Ésta ha crecido un 4% por los deslizamientos y las reclasificaciones, frente a un aumento del 2,1% en las nóminas.

La inversión privada ha seguido creciendo en el cuarto trimestre (un 9,4%, una décima más que en el tercero) y un 9% durante todo 1998, frente al 5,1% del año anterior. La inversión en bienes de equipo (12,7% en 1998, frente al 11% de 1997) pero, sobre todo en construcción (un 6,5% frente al 1,3%), han aumentado a tasas considerables.

Esto ha permitido la creación de 440.000 puestos de trabajo netos el pasado año y la reducción en cerca de 300.000 del número de parados. El aumento del empleo ha sido del 3,3%, tasa que se acerca al crecimiento real de la economía (3,8%) en mayor medida que el pasado año. Estos datos están medidos en términos de contabilidad nacional que, a diferencia de la Encuesta de Población Activa (EPA), mide los empleos y no las personas ocupadas (es decir, una sola persona puede tener dos empleos y en la contabilidad aparecen los dos puestos de trabajo ponderados mientras que en la EPA aparece la persona como empleada).

La alta creación de empleo el pasado año ha elevado un 6,2% la masa salarial total, tasa similar a la de 1997, lo que refleja un mantenimiento de la moderación salarial. Por el contrario, el excedente de las empresas (beneficios) ha aumentado en torno al 5%, ocho décimas más que el año anterior.

Los salarios y los beneficios de las empresas individuales han elevado la renta familiar bruta disponible un 5,6% el pasado año, bastante por encima del 4,3% de 1997. Las prestaciones sociales se mantienen prácticamente igual que el año anterior, gracias sobre todo a que ha disminuido el paro. La tasa de ahorro de las familias ha resultado ser alguna décima inferior a la de 1997 (10,8%).

El ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, destacó ayer en Torremolinos (Málaga) que en 1998 "se han sabido conjugar los intereses de la eficacia económica y la competitividad con los de la solidaridad" y avanzó que en esta línea seguirá encaminada la política económica del Gobierno.

Según Rato, los datos de 1998 confirman que España "está en el buen camino de conseguir su gran objetivo histórico". Añadió que "queremos situarnos no sólo con la misma moneda que los alemanes, sino con el mismo nivel de vida".

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