Maragall advierte a Pujol que los problemas no se resuelven reclamando más poder político

La idea de que los problemas actuales de Cataluña provienen de un déficit de poder político "es un camino equivocado", sostiene Pasqual Maragall. El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat se dedicó ayer a rebatir la proposición principal del discurso compartido por CiU, ERC y el PI, que los nacionalistas pretenden convertir en el eje del debate político. Maragall aseguró que "buscar una acción salvadora única en un pacto bilateral con el Estado", como proponen los nacionalistas, puede servirles para su campaña electoral, pero no resuelve los problemas.

Los interlocutores de Maragall eran ayer unos 60 representantes del entramado asociativo, empresarial y político de Granollers, la capital del Vallès Oriental. Pero el ex alcalde había estado discutiendo la víspera con un grupo de miembros y simpatizantes de la izquierda nacionalista. Muchas de sus respuestas de ayer eran la continuación de la discusión con ellos. Y una respuesta por adelantado a las reclamaciones que, según todos los indicios que se filtran desde el entorno de Pujol, el líder de CiU se prepara para lanzar el primero de marzo. Partiendo de los estudios recientes que indican que Cataluña ha dejado de ser la sede de la mayoría de grandes empresas en España, Maragall dijo: "Es en el plano del poder económico donde se ha perdido la batalla, más que en el plano del poder político". Quizá en algún momento fue cierto que la cercanía del poder político jugó en favor del desplazamiento de empresas a Madrid, afirmó. Pero eso no debe impedir ver que en la actualidad el poder económico que hay en el centro de España "es por sí mismo muy competitivo". La reacción ante esa nueva realidad no debe ser, como apuntan Pujol y los nacionalistas, "buscar en el aumento de poder político lo que no hemos hecho con el económico". Esta orientación de Pujol es, según Maragall, "profundamente equivocada", no lleva a ninguna otra parte y al estar abocada a la reclamación permanente provoca en el resto de España una reacción de desconfianza. Por el contrario, Maragall señaló que el defecto principal de los casi 20 años de autogobierno, todos bajo la dirección de Pujol, está en "la falta de ambición estratégica y en el exceso de orgullo". Un orgullo que ha impedido que el Gobierno de CiU, dijo, vea "que la vitalidad de la Cataluña real es más importante que la Cataluña oficial, que se ha dedicado a reafirmarse". Esa actitud ha acabado por convertir la Administración de la Generalitat, agregó, en un corsé sobre la sociedad. Y respecto a la política industrial, concretamente, se refirió "a la ausencia de una estrategia" global y un "acompañamiento" de las iniciativas industriales. A preguntas de los asistentes, Maragall manifestó también su convicción de que es un gran error convertir en una bandera la discusión sobre el déficit fiscal de Cataluña con el Estado. En esta materia, dijo, lo que hay que hacer es aportar soluciones, propuestas que puedan ser compartidas por las demás comunidades, como es, a su juicio, la elaborada por el PSC. Pero, además, el rival de Pujol advirtió que conviene apartar la discusión sobre el déficit fiscal del debate político general "o lo infectará todo". El temor de Maragall se basa en que el déficit fiscal "se ha convertido en un paraguas que lo tapa todo". Describió así los perversos efectos de la continua referencia de la vida política catalana a la balanza fiscal con el Estado: "Cuando el Gobierno de Pujol paga tarde y mal, se excusa en que no tiene dinero. Lo mismo hace cuando se le recrimina que deje de hacer lo que debiera. Luego sostiene que si no tiene dinero es por que no se lo dan. Hay ciertamente un público dispuesto a creer en esta coartada. Y el resultado es que aquí al final nadie tiene la culpa de nada". El reflejo de esa actitud del máximo poder institucional catalán acaba creando "un círculo vicioso", una situación general en la que parece que "nadie sea responsable de nada". Por la tarde, Maragall intervino en un mitin ante los afiliados y simpatizantes del PSC.