Aznar respalda a Ibarretxe y le anima a que siga exigiendo a EH que repruebe las agresiones

El presidente del Gobierno, José María Aznar, no va a convocar por ahora el Pacto de Madrid, pese a la petición expresa y formal que le ha hecho el líder del primer partido de la oposición. En su respuesta a la carta que le envió el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, el jefe del Ejecutivo considera que la convocatoria del Pacto ni es prioritaria ni conveniente, porque pudiera entenderse como un sustitutivo de "segundo orden" de la Mesa de Ajuria Enea, cuya reunión han solicitado sin éxito al lehendakari tanto el PP como el PSOE. Aznar animó ayer a Juan José Ibareretxe a persistir en la línea de exigir a EH que repruebe los sabotajes y amenazas que se viven en Euskadi.

José María Aznar no excluye una convocatoria, "en su momento", del Pacto de Madrid para debatir sobre la evolución del proceso de paz en Euskadi, pero hoy por hoy no está dispuesto a dar este paso. Así se lo comunica en una carta remitida ayer por la tarde al candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, en respuesta a la misiva que éste le había cursado el día 9.Horas antes de que trascendiera el contenido de esta respuesta, el presidente del Gobierno había manifestado en público su respaldo a las últimas declaraciones del lehendakari, Juan José Ibarretxe, a quien animó a persistir en esa línea. Ibarretxe advirtió el lunes a Euskal Herritarrok (EH, la marca electoral de HB) de que no es posible un pacto de legislatura del Gobierno vasco con esta formación si persiste en no condenar los sabotajes.

El enérgico llamamiento del lehendakari a EH ha abierto un portillo de esperanza en el Ejecutivo central, tras la decepción que le supuso la resolución del PNV, EH y EA sobre la violencia que el jueves pasado aprobaba el Parlamento vasco, carente de una contundente condena.

Aznar no dudó ayer en expresar claramente su respaldo a la exigencia con que Ibarretxe se dirigió el lunes a EH para que condene de una vez los atentados y amenazas en el País Vasco, reproducidos el último fin de semana. Aprovechó el final de la rueda de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Massimo D'Alema, en La Moncloa, para dirigirse a Ibarretxe y asegurar que comparte sus palabras. Animó al lehendakari a que siga en esa línea porque "no es aceptable ni posible tener relaciones políticas con aquellos grupos que no condenan la violencia", en clara referencia a EH.

Su apoyo a Ibarretxe no le impidió ironizar con la calificación de "avance" con que el propio lehendakari bautizó la resolución parlamentaria sobre las agresiones suscrita por los nacionalistas en la Cámara de Vitoria. "Eso que algunos presentaron como un avance y un paso adelante duró, exactamente, 24 horas. No sería tanto paso adelante", ironizó Aznar en alusión a los actos vandálicos en el País Vasco registrados el fin de semana.

El presidente mostró la convicción de que la estrategia más adecuada para afrontar el reto del frente nacionalista consiste en que sean los propios sectores más moderados del nacionalismo vasco los que se opongan a los excesos de dicho frente o a sus expresiones más radicales.

En esta línea se sitúa su respuesta a la carta de José Borrell. "La convocatoria del Pacto de Madrid", argumenta Aznar, "no es una iniciativa que deba ser excluida, aunque, como tuve ocasión de explicarte personalmente, no participo de la idea de que sea ésta la iniciativa central que debamos poner en marcha. Me parece más necesario ahora seguir trabajando bilateralmente para mejorar la comunicación entre las fuerzas políticas, sin perjuicio de que consideremos la mejor manera de plasmar, en cada caso, los avances que deben producirse en la relación entre todos los partidos democráticos. Tampoco sería conveniente que la convocatoria del Pacto pudiera entenderse como un sustitutivo de segundo orden de la Mesa de Ajuria Enea, cuya reunión han solicitado al lehendakari del Gobierno vasco el PP y el PSOE".

El presidente, no obstante, sí cree "posible y útil" que la iniciativa que plantea Borrell sea incluida por el ministro del Interior "en las conversaciones que habitualmente mantiene con los demás partidos políticos, de modo que, en su debido momento" se pueda "valorar de nuevo una eventual decisión en el sentido" que propone Borrell.