Acusaciones de Gil no desmentidas
Uno de los reproches que realizan los fiscales anticorrupción al fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, es que no reaccionó ante la carta que le dirigió Jesús Gil exponiendo durísimas acusaciones contra Carlos Jiménez Villarejo.El escrito de los fiscales muestra su sorpresa por que tuvieran que enterarse por los medios de comunicación de la carta de Gil a Cardenal, cuyo contenido no fue desmentida por éste, pese a que contenía "descalificaciones injustificadas y ofensivas y afirmaciones falsas respecto a varios fiscales de esta fiscalía".
En la mencionada carta, de la que se repartieron miles de copias en Marbella (Málaga), Gil narra a Cardenal "la historia de un linchamiento" y el trato recibido, "peor que a cualquier narcotraficante, secuestrador o terrorista", informa Jorge L. Soria.
Gil asegura en esa misiva -sin que Cardenal lo haya negado- que los hechos que se le imputaron "estaban ya en poder del fiscal Anticorrupción, don Carlos Jiménez Villarejo, desde el año 1996 y que junto con su íntimo amigo don Santiago Torres, cuando fue decano de los juzgados de Barcelona, urdieron una operación maquiavélica ordenada por quien podía hacerlo, produciendo un asalto desproporcionado y brutal a la misma hora con la toma de la sede del Club Atlético de Madrid, Ayuntamiento de Marbella y la oficina de un abogado".
También acusa Gil al fiscal Carlos Castresana de esperar a que el juez Torres estuviera de guardia para realizar los registros.
Gil pide a Cardenal que defienda "a los administrados" y no consienta "un aniquilamiento como el producido por motivos políticos sin ninguna base ni fundamento".
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