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El Defensor del Menor pide viviendas dignas para los 170 niños rumanos

El defensor del menor, Javier Urra, pidió ayer viviendas dignas y escolarización para las familias de gitanos rumanos nómadas que habitan desde hace un año en el polígono industrial de Malmea (Fuencarral). Después de una visita al lugar, Urra comprobó la situación de estas familias y mostró su preocupación por los aproximadamente treinta bebés, nacidos en España, que viven en malas condiciones.

En su visita al poblado rumano, el Defensor del Menor -que acudió acompañado por la diputada socialista Eulalia García- comprobó que en los últimos meses se ha incrementado el número de residentes en el poblado y, sobre todo, de niños, que viven en condiciones de absoluta miseria. Después de un año de la creación del asentamiento, ahora malviven unas 400 personas, de las que 170 son menores de edad.Lo más preocupante, según señaló Urra, es que la fuente de agua con la que se abastecen está situada a casi un kilómetro de distancia. No tienen ni siquiera letrinas, y las ratas ya comienzan a aparecer. Además, viven hacinados en furgonetas y tiendas de campaña. A esto se suma el hecho de que los niños están sin escolarizar y que, a veces, tienen que acudir a las calles para pedir dinero con el que solventar la difícil situación que viven estas familias.

Expulsados de su país

Urra destacó que la mayoría de rumanos del asentamiento han venido a España "expulsados de Rumania" y pidiendo asilo político. "Éste es un tema difícil que tiene que resolver el Ministerio del Interior. Pero no podemos aceptar que, mientras llega esa solución, los niños sigan padeciendo las terribles condiciones en que viven actualmente", señaló.

Por ello, Urra ha solicitado a la Comunidad de Madrid la creación, a largo plazo, de zonas especialmente habilitadas para recibir a los inmigrantes. Allí, con las condiciones sanitarias adecuadas, se les haría un seguimiento médico y podrían habitar en condiciones dignas mientras se resuelve su situación. "Ahora mismo los atienden muy bien en La Paz, pero después no se les hace seguimiento", añadió. Urra recordó que la Comunidad ya se ha visto enfrentada a estas situaciones otras veces y que "es hora de que se tomen medidas". Mientras no mejore la situación, Urra considera que "el riesgo es muy grande" para los pobladores. Por eso, puso énfasis en la necesidad de escolarizar a los chavales. Urra ha solicitado ya al Ayuntamiento que habilite el colegio Víctor de la Serna (cercano al poblado), actualmente cerrado, para que los menores reciban clases. El asunto se está pactando con Cruz Roja, Cáritas y Unicef (organismo de Naciones Unidas para la infancia).

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