Arias-Salgado anuncia un plan de compra de nuevo material para Renfe de 300.000 millones

Renfe invertirá 1.750 millones de euros (300.000 millones de pesetas) hasta el año 2003 en la compra de nuevos trenes. Así lo adelantó el día 18 el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, a los representantes de las principales compañías constructoras en un almuerzo celebrado en el ministerio. La mayor parte de la inversión (140.000 millones), que supone el plan de modernización más ambicioso de los proyectados en los últimos años, irá a la compra de material de alta velocidad para la línea Madrid-Zaragoza-Lleida-Barcelona-frontera francesa.

Al almuerzo convocado por Arias-Salgado asistieron, según fuentes conocedoras de la reunión, el presidente de Renfe, Miguel Corsini, y representantes de las principales compañías constructoras de material ferroviario -Alsthom, Siemens, Ad-Tranz, CAF y Talgo-. Asistió también un miembro de la patronal que agrupa al sector, CEMAFE.En el transcurso de la comida, Arias-Salgado explicó que Fomento ha decidido autorizar,en el marco del Contrato Programa 1999-2003 que negocia con Renfe desde hace cinco meses, un plan de inversiones en compra de trenes que rondará los 300.000 millones de pesetas (1.750 millones de euros). De dicha cantidad, casi el 50% -140.000 millones- se invertirá en la compra de material para el programa de alta velocidad, que incluye la línea Madrid-Zaragoza-Lleida-Barcelona-frontera francesa, así como para las conexiones que se establezcan con otras capitales a través de las poblaciones intermedias, en las que, según fuentes del sector, podrían instalarse intercambiadores de ancho de vía. De la cifra reservada a alta velocidad, 100.000 millones se destinarán a la compra de material específico para la prestación de este servicio y 40.000 para las nuevas conexiones.

La compañía ferroviaria que preside Miguel Corsini invertirá además, según explicó Arias-Salgado, 90.000 millones de pesetas en nuevos trenes de viajeros y de mercancías para la red convencional, con especial atención a los nuevos servicios regionales.

Modernización

El resto de la inversión, más de 60.000 millones de pesetas, se destinará a la transformación y modernización de trenes y de locomotoras. Fuentes conocedoras de los planes de Fomento subrayan que el plan inversor afecta a la red ferroviaria de todo el país y en especial a las capitales de la cornisa cantábrica y a la comunidad de Castilla y León.

Se trata, señalan las mismas fuentes, de una importante apuesta por el desarrollo de infraestructura de altas prestaciones entre el centro y el noroeste del país y de desarrollar los tráficos regionales con trenes de última generación.

El plan inversor contempla nuevas fórmulas de financiación (renting, o alquiler con derecho a compra, y acuerdos de financiación con las empresas constructoras en proyectos concretos) en línea con los planes ya esbozados por el presidente de Renfe, quien en numerosas ocasiones ha defendido la fórmula de las denominadas Agrupaciones de Interés Económico (AIE) como medio para dar entrada en los futuros planes de la compañía a la iniciativa privada.

En cualquier caso, el plan adelantado por Arias-Salgado tendrá que ser discutido con el Ministerio de Economía y Hacienda, quien, al fin y al cabo, tiene la llave de los presupuestos y el marco global en el que deben encajar las grandes cuentas de Renfe en los próximos años.

La compañía ferroviaria y el Ministerio de Fomento llevan más de cinco años negociando el documento que debe servir de guía a la empresa en el próximo lustro (el nuevo Contrato Programa Renfe-Estado).

Contrato Programa

El anterior Contrato Programa para el periodo 1994-1998, que supuso para el ferrocarril transferencias de 1,2 billones de pesetas del Estado, está finalizado, y Corsini quiere que el próximo marco de relaciones entre la compañía que preside y el Estado concrete, de una vez por todas, el ferrocarril del futuro.

En la estrategia de Fomento y Renfe está el convertir al ferrocarril en un sistema de transporte puntero en los trayectos de distancias medias.

Los buenos resultados obtenidos por el tren de alta velocidad Madrid-Sevilla -aquel que en algún momento fue tildado de tren bobo, por ir de ninguna parte a ninguna parte- desde su entrada en funcionamiento pesan mucho a la hora de diseñar el futuro mapa del ferrocarril en España desde el Ministerio de Fomento.