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El PP aplaza el nombramiento del candidato a la presidencia de la Diputación de Valencia

El precipitado relevo de Manuel Tarancón el frente de la Diputación de Valencia ha generado una batalla en el seno del Partido Popular por la designación del heredero al frente de una de las instituciones consideradas más amables. Eduardo Zaplana aseguraba durante el reciente congreso nacional del PP celebrado en Madrid que el caso se despejaría en "un cuarto de hora", pero lo cierto es que los populares han aplazado la proclamación oficial de su candidato a la presidencia de la Diputación de Valencia mientras varios aspirantes se disputan el cargo.

El PP había elaborado un calendario de proclamaciones de candidatos a las principales alcaldías y a las tres diputaciones para calentar la precampaña electoral. Los candidatos a las tres alcaldías están claros, repetirán los actuales. Las diputaciones de Alicante y Castellón también se consideran bien cubiertas. Pero el relevo en la Diputación de Valencia se complica. Una versión oficialista defiende que el aplazamiento en el nombramiento del sucesor de Tarancón intenta impedir que el actual presidente de la institución se sienta desplazado y se generen tensiones en el partido entre diversos aspirantes. Sin embargo, lo cierto es que la pugna existe. El ascenso de José Díez cuando Tarancón asumió la Consejería de Educación y Cultura fue presentado como un relevo ordinario. Pero el actual presidente de la institución provincial, teniente de alcalde de Xàtiva, asumió el cargo con un discurso trufado de referencias históricas con el que puso en duda su condición de interino. Alfonso Rus, alcalde de Xàtiva, soñó por un momento con asumir el control de la institución en la próxima legislatura, pero el propio Zaplana le paró los pies durante el congreso de los populares en Madrid, cuando el ascenso de Díez todavía era reciente. El escaso tiempo del teniente de alcalde de Xàtiva en el cargo le impide consolidar su propio interés. El presidente regional quisiera presentar una mujer, según fuentes del PP, pero el panorama es complicado. Una posibilidad habría sido recompensar a María Ángeles Ramón-Llin, ex consejera de Agricultura, por su abandono de la militancia regionalista. Juega a su favor la simpatía que genera en municipios menores entre los que ha distribuido generosas subvenciones como responsable de Agricultura. Pero la capacidad de influencia política desde la Diputación exige a Ramón-Llin ganarse la confianza de los populares minando la disciplina de las bases regionalistas antes de la elecciones. Enma Iranzo, alcaldesa de Requena, es otro valor considerado. Pero el complicado sistema de acceso a la Diputación provincial, a partir de los partidos judiciales, complica sus posibilidades. El único diputado provincial del partido judicial de Requena en la actualidad es el socialista Andrés Perelló y no sería prudente ofrecer una candidata que podría quedarse fuera de la institución. Aurelio Hernández, alcalde de Càrcer, miembro del consejo de Administración de RTVV y responsable de Egevasa, empresa de aguas de la Diputación de Valencia, es otro de los aspirantes. Debería desplazar al teniente de alcalde de Xàtiva como candidato de su partido judicial, donde los populares sólo pueden asegurar uno de los dos diputados provinciales de la zona. Hernández es responsable comarcal del PP en La Ribera Alta, pero fuentes del partido consideran que arrastra poco apoyo ciudadano. Hombre procedente de la banca, parece mejor ubicado en el sector empresarial que en el estrictamente político. A su favor juega precisamente la ausencia de temblores orgánicos que podría generar su designación. Serafín Castellano, vicepresidente regional, presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y secretario del grupo parlamentario, también aspira a controlar una institución que no recauda impuestos y sólo distribuye ayudas. Castellano ha actuado como ejecutor en el seno de la organización del partido y como despiadado portavoz ante la oposición, un papel que complica su ascenso a un cargo estrictamente institucional. Antonio Lis, actual vicepresidente y responsable de Cultura en la Diputación Provincial, también figura en la nómina de aspirantes. Lis conoce la institución y ofrece un perfil más ajustado al proclamado giro al centro que pregona el PP frente al resto de aspirantes. Lis asume que la Diputación debe convertirse en poco más que una dirección territorial en favor del aparato autonómico, pero su vocación ejecutiva sigue despertando recelos entre muchos de sus colegas de partido.

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