Los vaqueros
¡Por fin! Como mujer, ya estoy tranquila y segura frente a posibles agresiones sexuales. Tenemos el mejor método defensivo ante las violaciones, la prenda mágica: los vaqueros. Chicas, olvidáos de los aerosoles antiviolación y salid a la calle provistas de la prenda protectora, el cinturón de castidad del siglo XX: los vaqueros. ¡Ah! Eso sí, no os los pongáis ceñiditos o elásticos ajustados, no sea que a algún juez le dé por sentenciar que íbais provocando -acordaos de la sentencia de la minifalda.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.