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Desarticulada una banda que falsificó por ordenador 200 tarjetas telefónicas

La policía ha desmantelado una organización supuestamente dedicada a fabricar cientos de tarjetas telefónicas falsas para luego venderlas a inmigrantes en el mercado negro. Dos personas, Manuel R. A. y Wilfredo P. H., ambos de origen cubano, han sido detenidas como presuntos cabecillas de una banda especializada en esta estafa, cuyo principal atractivo era que las tarjetas se podían utilizar indefinidamente, sin límite económico.Los detenidos falsificaban las tarjetas mediante un ordenador. Las copias eran "perfectas", según aseguran los expertos policiales que han investigado el caso. Cada tarjeta, sin límite temporal de uso, costaba en el mercado negro entre 40.000 y 60.000 pesetas.

Los clientes más habituales de esta red de falsificadores eran inmigrantes, la mayoría procedentes de los países hispanoamericanos. La falsa tarjeta les permitía efectuar llamadas telefónicas a sus países sin temor al tiempo ni al gasto. La policía descubrió el uso de estas tarjetas el pasado mes de diciembre. La primera pista les llevó hasta el domicilio de un ciudadano cubano afincado en Madrid. Era Wilfredo P. H. La policía montó un dispositivo de vigilancia. Pronto, los agentes observaron cómo Wilfredo efectuaba llamadas telefónicas desde cabinas distintas; una, situada en la estación de Atocha, y la otra, en la calle del General Lacy. Los agentes le pararon y comprobaron que Wilfredo se servía de tarjetas falsas para ello.

Detención

Tras detenerle, los policías consiguieron una orden judicial con vistas a registrar la vivienda en la que residía, ubicada en la avenida de la Albufera. El propietario de ese inmueble no era él, sino Manuel R. A., que fue quien abrió la puerta a los agentes. La policía registró el domicilio y halló unas 200 tarjetas falsas y el ordenador con el que eran fabricadas. Las tarjetas decomisadas tienen un valor aproximado de 12 millones de pesetas, según la policía.

Por otra parte, miembros de la comisaría del aeropuerto de Barajas detuvieron ayer a Carlos Alberto M. O., de 33 años, quien ocultaba 2,5 kilos de cocaína en el doble fondo de un retroproyector de diapositivas. El artículo lo llevaba en un maletín que utilizaba como equipaje de mano. El detenido acababa de llegar a Barajas en un vuelo procedente de Colombia. La policía decidió registrar su equipaje tras sospechar de sus movimientos. Además de la droga, los agentes le intervinieron 1.355 dólares americanos. En otra intervención desarrollada el viernes en una vivienda de la calle de Santo Domingo (Centro), la policía detuvo a Luis T. E., a quien le intervino 28 millones de pesetas y cuatro kilos de cocaína.

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