Hora del sentido común

(...) Durante los últimos 14 años, desde la seguridad del exilio, Abdalá Ocalan ha dirigido la brutal campaña armada de los separatistas kurdos en el este de Turquía. Sus guerrilleros son responsables de 30.000 muertes. (...) En respuesta a la escalada de terror, Turquía ha intensificado la represión y la violencia contra la comunidad de ocho o diez millones de ciudadanos kurdos, ha enviado a su Ejército a poblados indefensos y ha provocado oleadas de centenares de miles de refugiados. (...) La detención y el proceso de Ocalan deben servir para mitigar este terrible conflicto, no para aumentarlo. El trato que Turquía ha dado a la minoría kurda ha socavado su democracia y ha dañado su posición internacional. La violencia y el terror kurdos (...) han proporcionado excusas para las acciones turcas. El terrorismo kurdo ha ensombrecido el legítimo resentimiento sufrido por millones de kurdos no violentos que han sufrido una discriminación sistemática y los intentos turcos de suprimir su lengua y su cultura. Ambas partes deben conducirse de una forma más constructiva y responsable. Turquía debe aclarar las circunstancias del secuestro de Ocalan y asegurar que su detención y proceso cumplan las directivas internacionales. (...) También debe aprovechar la ocasión para frenar la represión en las áreas kurdas e intentar alcanzar una solución conciliadora y pacífica. (...) Por su parte, los kurdos, incluidos los seguidores de Ocalan en Europa, deben renunciar de una vez por todas a la violencia, tanto en Turquía como en el extranjero.

18 de febrero