Una fiscal abandona Euskadi por presiones del entorno de los presos

Mercedes Bujanda, fiscal adscrita al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao, ha decidido irse de Euskadi debido a la campaña de acoso que sufría por parte de grupos ligados a los presos etarras. En lo que va de año, había recurrido la concesión de al menos cinco libertades condicionales ordenadas por la juez para condenados por terrorismo o violencia callejera que habían cumplido tres cuartas partes de sus penas. Aunque no tenía escolta, el Departamento del Interior afirmó ayer que desde que la Fiscalía le trasladó, en enero, las amenazas recibidas, la integridad de Bujanda estaba "garantizada". Los expertos de la Ertzaintza se habían reunido dos veces con ella para explicarle el sistema de protección.Sin embargo, la Fiscalía General del Estado aseguró ayer, en un comunicado, que había solicitado protección policial a las autoridades competentes "en reiteradas ocasiones" sin obtener "la respuesta deseada".

La última protesta pública contra Bujanda tuvo lugar frente a su residencia en Bilbao, el día 9. Dado que las coacciones no remitían, Bujanda trasladó a Interior su descontento con el operativo policial. Fuentes de la Ertzaintza admitieron que, aunque los especialistas no habían detectado datos objetivos que motivaran el temor de la fiscal, se había decidido "incrementar el sistema de seguridad" para tranquilizarla. Por otra parte, la junta de portavoces del Ayuntamiento de Getxo condenó ayer el ataque de unos encapuchados, con cócteles mólotov, contra una tienda de golosinas y prensa de esa localidad. El fuego obligó a desalojar a los vecinos del inmueble.