Los kurdos ocupan decenas de embajadas en Europa tras la captura de Ocalan

La captura en Kenia del líder guerrillero kurdo Abdalá Ocalan, digna de una novela de espías, desató ayer una ola de protestas violentas en 20 ciudades de Europa, donde varios edificios diplomáticos fueron ocupados por miembros del exilio kurdo. Algunos de los ocupantes han amenazado con autoinmolarse si Europa no intervenía rápidamente en favor de Ocalan. El primer ministro turco, Bulent Ecevit, confirmó la detención del líder del Partido de los Trabajadores Kurdo (PKK, comunista) y anunció que será puesto a disposición de la justicia bajo los delitos de terrorismo y traición. Ocalan podría ser condenado a muerte.

Los detalles precisos de la detención de Ocalan, protagonista de una larga huida por varios países, no se conocen aún. Nadie sabía que se encontraba en Kenia. La pista del líder kurdo se perdió después de abandonar la Embajada griega en Nairobi, aparentemente para trasladarse al aeropuerto para viajar hasta Holanda. Tanto Grecia como Kenia rechazaron toda responsabilidad en la detención y Holanda afirma desconocer las intenciones de Ocalan. Israel y Estados Unidos han negado la participación del Mosad y la CIA en la operación. El exilio kurdo mostró su furia contra Grecia con la ocupación de sus representaciones diplomáticas en varios países. A lo largo del día, algunas de esas ocupaciones fueron resueltas por la policía de los países respectivos, bien violentamente o por medio de negociaciones. A la hora de cerrar esta edición, se mantenían 11 ocupaciones en Holanda, Suiza, Alemania y Reino Unido. Los kurdos tenían rehenes en las misiones griegas en Holanda y Suiza. En Alemania, seguían las ocupaciones en seis ciudades. En Francia, donde habían sido ocupadas sedes diplomáticas griegas y kenianas en tres ciudades, la policía consiguió abortar todas ellas. La situación más tensa se vivía en La Haya, donde los ocupantes retenían a la mujer y a un hijo del embajador.