El plan de El Cabanyal para prolongar Blasco Ibáñez elimina 1.651 viviendas
El proyecto de prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez hasta la fachada marítima supondrá finalmente la desaparición de un total de 1.651 viviendas -habitadas por 1.951 personas- del barrio de El Cabanyal-Canyamelar,según la redacción definitiva del plan especial de protección y reforma interior presentado ayer ante la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia. El plan, cuya ejecución requerirá inversiones públicas por valor de casi 27.000 millones de pesetas y que se ejecutará en un plazo máximo de 10 años, será aprobado por el pleno municipal el próximo día 26 y sometido a exposición pública durante un mes. Su aprobación definitiva correrá a cargo de la Consejería de Urbanismo de la Generalitat, pero el proyecto deberá recibir también el visto bueno del departamento de Cultura, ya que el histórico barrio marítimo de Valencia está catalogado como bien de interés cultural (BIC). El plan presentado ayer afecta a una treintena de inmuebles catalogados, entre ellos el de la antigua Lonja de Pescadores, condenada a desaparecer. Los redactores del plan especial han incluido en el mismo un catálogo de 560 edificios a los que han asignado diversos niveles de protección. La actuación promovida por el Ayuntamiento en El Cabanyal para prolongar la avenida de Blasco Ibáñez con 48 metros de anchura -los tramos existentes son de 100 metros- ha provocado protestas de sectores vecinales y profesionales que la consideran una amenaza para la supervivencia del peculiar barrio marítimo de Valencia, que quedará partido en dos mitades por la nueva avenida. La intervención, que afectará a algo más de 300.000 de los 678.000 metros cuadrados de extensión del barrio, incluye la creación de 90.000 metros cuadrados de zonas verdes y 63.000 para dotaciones escolares, culturales, deportivas y administrativas, además de la construcción de aparcamientos subterráneos para residentes. Oficina de información El delegado de Urbanismo, Miquel Domínguez, del PP, anunció ayer, al presentar el proyecto, que esta misma semana quedará abierta la oficina municipal desde la que se ofrecerá a los habitantes de El Cabanyal-Canyamelar toda la información acerca de la gestión, ejecución y desarrollo del plan. También aseguró que a partir de hoy mantendrá reuniones con los afectados y con los grupos políticos. El proyecto prevé la construcción de nuevas viviendas destinadas a realojar a los vecinos cuyas actuales moradas serán derribadas. Del total de 1.651 viviendas condenadas al derribo, están actualmente ocupadas en torno al 60% o 65% de ellas, según fuentes municipales. El Ayuntamiento ofrecerá a los vecinos afectados la posibilidad de permutar sus propiedades por las de nueva construcción y sólo acudirá a la vía de la expropiación en el caso de que no exista acuerdo. A los arrendatarios también se les ofrecerá la posibilidad de realojo en nuevos inmuebles en la zona. La ejecución del proyecto supondrá la inversión de 3.414 millones de pesetas en obras de urbanización, 3.600 en aparcamientos y 7.242 para la construcción de equipamientos públicos de nueva planta. La Administración concederá a los dueños ayudas a fondo perdido y créditos blandos para la rehabilitación de inmuebles protegidos, para lo cual el proyecto prevé 2.240 millones. La construcción de viviendas y locales destinados a las operaciones de permuta costará 6.762 millones, mientras que los costes de compra y expropiación supondrán 2.342 millones. Finalmente, los gastos de gestión se llevarán 1.280 millones. El total de inversión pública para la ejecución del proyecto alcanza así los 26.882 millones de pesetas. El plazo de ejecución es de 10 años.
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