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La Generalitat sostiene que el Vallès y El Prat serán sólo apeaderos del AVE

El pasado miércoles se celebró la primera reunión de la comisión técnica sobre el AVE en Barcelona. Acabó fatal. Aparentemente, la Generalitat y el Ayuntamiento están en las antípodas y, sin embargo, ambos defienden puntos de vista muy cercanos, con la Sagrera como prioridad con el 2004 como fecha tope. El Gobierno catalán sostiene que las estaciones del Vallès y El Prat son, en realidad, sólo apeaderos. La desconfianza entre las dos instituciones hace el resto.

La reunión del miércoles terminó tan mal que ni siquiera se fijó fecha para la próxima. Las explicaciones de las partes en litigio hablan de "enfrentamiento" y de "posiciones antagónicas". El Ayuntamiento sospecha que el Gobierno catalán marea la perdiz y dificulta el inicio de las obras y, con ello, imposibilita que la estación de la Sagrera esté lista en el 2004. Si, además, funcionaran la entrada a Barcelona por el aeropuerto y Sants y el rodeo por el Vallès, con una estación en Sant Cugat, la Sagrera quedaría relegada y carente de urgencia. El Gobierno catalán sostiene que se trata de una desconfianza infundada. Tanto Joan Antoni Solans, director general de Urbanismo, quien participó en la reunión del miércoles, como Ramon Roger, director general de Actuaciones Concertadas, afirman que la Sagrera es prioritaria y que el Vallès y el aeropuerto son meros apeaderos con sólo cuatro vías. Es decir, los trenes pueden nacer y morir en Sants y en la Sagrera, pero nunca en el Vallès o El Prat. Las paradas que haga el AVE serán mínimas, minutos apenas. La desconfianza municipal se acentúa al saber que el Gobierno catalán quiere que el apeadero del Vallès esté en Sant Cugat, en la confluencia de la línea del Vallès de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), con lo que conectaría el AVE con plaza de Catalunya y Sabadell-Terrassa. El director de la empresa ferroviaria catalana, Miquel Llevat, aseguró que FGC no pretende, en modo alguno, que se posponga la Sagrera. Llevat explica que la decisión corresponde a otras instancias y que FGC se limita a comprobar que con el trazado por el Vallès su empresa puede ofrecer un servicio y obtener unos beneficios. La reunión del miércoles pasado, que empezó con mucho retraso debido a conexiones aéreas, terminó con el compromiso de que las partes (Generalitat y Ayuntamiento, y también Fomento y Renfe) se enviarían unos a otros los estudios realizados hasta ahora. Barcelona sostiene que esto no es sino una maniobra dilatoria, ya que los estudios están todos hechos y lo que hay que hacer es empezar a construir y urbanizar sin más demoras. Quién pagará estas obras puede que sea la próxima batalla.

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