El muerto de Cerro Blanco intimidaba a la familia del autor de los tiros

El Molondro era conocido en Cerro Blanco, un barrio marginal de casas bajas de Dos Hermanas (Sevilla), por la mala vida que le daba a quienes lo rodeaban. Su biografía era la del tipo de personas que la policía llama un prenda, repleta de antecedentes y con cinco órdenes de captura a sus espaldas. Francisco Javier F. M. había hecho la vida imposible a su vecino, Fernando C. J., Caracortada, de 40 años, hasta que éste decidió que era imposible seguir viviendo así. El sábado cogió una pistola automática y abrió fuego contra el Molondro, harto de sus broncas y de que intimidara a su familia. La policía está buscando el arma del crimen, que presume que es una pistola automática ilegal (sin papeles ni registro), ya que Caracortada, al parecer chatarrero, se deshizo de ella después del crimen. Sólo dos proyectiles hicieron blanco en la víctima, aunque por los casquillos recogidos en la zona del crimen se sabe que disparó repetidamente el arma. El detenido por esta muerte está limpio de antecedentes delictivos, en contraste con su víctima, según fuentes policiales, que indicaron ayer que el fallecido "montaba bastantes broncas en el barrio" y "le hacía la vida imposible a su vecino", especialmente cuando había consumido sustancias estupefacientes. Los citados medios tienen constancia de que el fallecido Molondro había participado en varias agresiones en Cerro Blanco y que en algunas de ellas se habrían visto supuestamente afectados familiares de su vecino Caracortada. El detenido permanecía ayer en dependencias policiales, donde aún se le estaba tomando declaración antes de ser puesto a disposición de la autoridad judicial.