EH sólo condenará "todo tipo de violencias" cuando comience el proceso de negociación

El líder de Euskal Herritarrok (EH), Arnaldo Otegi, reiteró ayer que esta formación negocia con el PNV y EA una declaración conjunta en la que se aboga por la desaparición de "todo tipo de violencias" cuando se haya entrado en lo que el Acuerdo de Lizarrra denomina fase resolutoria; es decir, "cuando estemos inmersos en el proceso de negociación y resolución propiamente dicho". Mientras tanto, continúan las amenazas a los ediles del PP: uno vizcaíno ha recibido una carta en la que se le advierte que acabará como Manuel Zamarreño, la última víctima de ETA.

El Acuerdo de Lizarra [Estella] define dos fases en la pacificación. En la actual, la preliminar, los nacionalistas e Izquierda Unida (IU) abogan por las conversaciones multilaterales, sin condiciones previas infranqueables, entre los implicados. En la resolutoria, las formaciones de Lizarra admiten que el proceso negociador "lleva implícitos la voluntad y el compromiso de abordar las causas del conflicto" en "unas condiciones de ausencia permanente de todas las expresiones de violencia".Euskal Herritarrok (EH), la marca electoral de Herri Batasuna (HB), considera que aún no se ha alcanzado esta última fase. Su líder, Arnaldo Otegi dijo ayer -en el homenaje a Eugenio Aramburu, Txo, dirigente de HB que se suicidó hace dos años cuando iba a ser llamado a declarar ante el juez por el caso del vídeo de ETA- que el texto que negocian con las restantes fuerzas nacionalistas tendrá como referente Lizarra. Por eso reiteró la doctrina oficial de HB de que no tiene sentido "entrar en la dinámica de condenas" porque parece "estéril".

Una idea que no comparte el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, quien afirmó que el nacionalismo gozaría ahora de una "gran fortaleza" de no ser por los errores de HB, como la designación de José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, para la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento de Vitoria o la negativa a condenar la violencia callejera.

"Si en estos momentos no hubieran cometido la torpeza absurda de la violencia callejera, de no condenarla o de no rechazarla, los partidos nacionalistas estaríamos en una situación de gran fortaleza", declaró Anasagasti. En su opinión, una vez conseguido lo más difícil, "la tregua indefinida de ETA", no debería ser complicado acabar con la violencia callejera, que atribuyó "a los sectores más duros de HB".

Presión contra el PP

Tras las críticas recibidas, Otegi no desaprovechó la oportunidad para advertir a populares y socialistas que le gustaría que algún fin de semana no pasara absolutamente nada para que, "en vez de repetir como un disco rallado el mismo mensaje", digan al pueblo y a sus votantes cuáles son las soluciones que proponen para el País Vasco.Pero las amenazas contra los ediles del PP, lejos de remitir, se han recrudecido. La formación que dirige Carlos Iturgaiz denunció ayer el envío de una carta a un concejal de la margen izquierda de la ría del Nervión, en Vizcaya, en la que se le amenaza con correr la misma suerte que su compañero Manuel Zamarreño, la última víctima de ETA, asesinado el pasado 25 de junio en Rentería (Guipúzcoa).

En el escrito se comunica al edil que, si continúa apoyando la política del PP, le puede suceder lo que a Zamarreño y se reproduce una foto de su cadáver y otra de su carné mientras que en la parte inferior izquierda se coloca el rostro del edil amenazado ahora: "De ti y de tu partido depende el que hechos luctuosos como éste no vuelvan a repetirse: de desaprovechar este momento histórico, tú puedes ser la próxima víctima. No duermas tranquilo, fascista".

El PP vasco asegura que esta misiva forma parte de la campaña impulsada por "sectores de HB y es proporcional a la capacidad de acción política y al grado de cobertura que el PNV está prestando a EH".

Otegi considera, sin embargo, que fines de semana de violencia callejera como el último vivido en varias localidades vascas no van a "entorpecer" un acuerdo parlamentario como el que ultiman el PNV, EA y EH. "Con mayores dificultades fuimos capaces de llegar a Lizarra, en otras condiciones en las que todavía estaba activada la lucha armada", recordó.

Por su parte, Anasagasti también reafirmó la apuesta del PNV para seguir con EH y aseguró que, a pesar de las críticas del PP y el PSE, no van a cambiar de criterio. Con todo, admitió: "HB se tiene que dar cuenta de que un proceso de paz requiere confianza. Deberían hacer el esfuerzo de romper con todo ello. Porque, además, están colocando al PNV en una situación muy delicada".