"Mis canciones hablan del "cuarto poder", que para mí es el primero"
A sus 39 años, Enrique Villareal, El Drogas, reconoce que las horas bajas que vive Barricada, grupo pamplonés al que ha prestado voz y las notas de su bajo desde que se formara en los años ochenta, pueden deberse a que ya son demasiado carrozas para tocar rock and roll. Sin embargo, el músico acaba de embarcarse en un nuevo proyecto musical llamado La Venganza de la Abuela, un contundente sexteto al que pone voz y con el que factura canciones con poso industrial y textos agresivos inspirados en noticias difundidas por los medios de comunicación. Su primer elepé está previsto que llegue al mercado el próximo día 20. Pregunta. ¿La Venganza de la Abuela trasciende la mera anécdota, es un grupo con aspiraciones? Respuesta. Las historias siempre salen con aspiraciones, lo que pasa es que soy realista, sé en qué mundillo vivo. Espero que, una vez que salga el disco, empecemos a tocar en directo y disfrutemos. Después, conforme vaya pasando el tiempo, ya veremos. Eso es un poco lo que he aprendido en Barricada: lo que hay es lo que hay, quiero disfrutar cada momento y no adelantarme a los acontecimientos. Ya irá viniendo todo, porque esta gente, como la mayoría de los que están en grupos en este país, se tiene que dedicar a otra cosa para sacar dos duros para vivir. Esta historia no es tan fácil. Ojalá todos pudiesen estar en mi pellejo y dedicarse sólo a esto. Vivo de lo que compongo y eso es un privilegio. P. Ahora lo que le interesa es el rock industrial. R. Sí, estoy más metido en ese tipo de ambientes. Pero yo hago un poco la incursión en el mundillo, no me lo creo. Igual que, tal vez por mi forma de ser, no me creo nada. Picoteo de aquí y de allá y la verdad es que los grupos con ambientes industriales (Nine Inch Nails, Coal Chamber, Dubwar) me gustan mogollón. Aunque yo a la música de La Venganza de la Abuela la llamaría música de taller. P. Y sus nuevas canciones giran en torno a noticias. R. Sí, gira todo en torno a la idea del cuarto poder, que para mí es el primero. Algunas letras son más intimistas y otras simplemente pueden recoger una noticia. Por ejemplo, una la cogí íntegra de las cartas al director del Egin. Se trata de reflejar y regodearte, en el sentido de que yo me meto muy a fondo, de la propia noticia para darle tu punto de vista. P. Da la sensación de que Barricada se ha convertido en una especie de empresa rentable y que la auténtica diversión la buscan en proyectos paralelos. ¿Qué hay de cierto? R. La verdad es que, económicamente, llevamos un par de años bastante catastróficos. Sería una chorrada decir lo contrario. El disco Insolencia pasó justo de los 30.000 ejemplares vendidos y el directo no ha llegado. Incluso el año pasado comentamos que podría ser un buen momento para dejarlo... P. ¿El problema puede ser que el público del rock les vea como a unos carrozas? R. Pienso que eso tiene bastante que ver. En la historia del rock and roll está claro que te sientes bastante más identificado con gente de tu edad. Cuanto más viejo, más pellejo...
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.