La razón del ser
Era la única posibilidad para conseguir la paz. La aceptación de esta frase como algo habitual es lo que me espolea a escribir esta carta. Actualmente, los medios de comunicación están plagados de conflictos, la mayoría de ellos violentos: guerras, disturbios, terrorismo, asesinatos, etcétera. Los autores de todos estos actos violentos, cuando sobre ellos se pronuncian, siempre se excusan tras el "yo no fui el primero en emplear la fuerza, fue él". Pero la brutalidad se destapa igual. Nadie desea recurrir a la fuerza, pero al civil iraquí le cae la bomba igual. Nadie quiere llegar a la fuerza, pero la manifestación estudiantil recibe la carga policial igual. Políticos, militares y policías se parapetan bajo el "fue totalmente necesario, era nuestra última opción". En definitiva, fuerza, fuerza y más fuerza. En el siglo XX ya no perduran apenas ideologías ni verdades impuestas por la pistola o el palo. Ahora, hace tiempo que nos definimos como "animales racionales", y hace tiempo que todo lo resolvemos mediante la razón, ¿verdad, demócratas? Pero la utilidad de la fuerza nadie la desecha. Todos son racionales y a la vez también ejercitan la fuerza.Me resulta difícil creer que el ejercicio de la fuerza fuera la única opción. ¿Acaso el hombre está obligado a ser violento para vivir en paz? Si es así, olvidemos la idea de un mundo mejor.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.