Ulster, la paz en peligro
Si hay algo que la mayoría de los británicos e irlandeses no quieren ni oír, es que las cosas vuelven a ir mal en Irlanda del Norte. Pero en los últimos días, más de un ministro de uno y otro país han reconocido abiertamente que el proceso de paz está en peligro. No se están dando los pasos políticos previstos en el acuerdo de Viernes Santo; los organismos norte-sur que deben unir Irlanda con Irlanda del Norte están todavía por formar y es casi seguro que los partidos políticos del Ulster no puedan formar un Gabinete cuando se reúnan el lunes. Todo ello hace que sea muy improbable la devolución de poder de Londres a la nueva asamblea para el próximo 10 de marzo. La situación de bloqueo trae consigo desconfianzas y recriminaciones, y alimenta los temores de que este esfuerzo de paz, que ha llegado mucho más lejos que los precedentes, pueda estar abocado al fracaso. (...) Es cierto que la entrega de las armas por parte del IRA ayudaría en mucho a mejorar la atmósfera política. Aunque sería ingenuo pensar que ello fuera a asegurar el fin de la violencia (...), sí sería un símbolo de peso. De igual forma, las así llamadas operaciones de castigo de los paramilitares deben erradicarse, pues suponen una violación flagrante de los derechos humanos. Pero, aun cuando ambas cosas sean importantes, sería un error permitir que ninguna de ellas frenara el proceso de paz. (...) La presión debe continuar, especialmente por parte del Gobierno irlandés, sobre el Sinn Fein y el IRA para la entrega de armas y para hacer inequívoco su compromiso con la paz. (...)
13 de febrero
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