El Estado vende sus latifundios industriales
La SEPI quiere rentabilizar los solares improductivos que proceden de las reconversiones
Crear una gran zona de expansión industrial para el siglo XXI. Ese el objetivo que se han trazado los responsables de la SEPI al decidir la reactivación de los cementerios industriales que generaron las sucesivas reconversiones industriales de los años 70 y 80 y que hoy son zonas económicamente deprimidas. Los 4,8 millones de metros cuadrados (el equivalente a 480 campos de fútbol) constituye un activo inmobiliario histórico del antiguo Instituto Nacional de Industria (INI) que durante los últimos años ha estado improductivo.La SEPI abordará en primer lugar el acondicionamiento de las zonas industriales, las urbanizará y posteriormente hará una búsqueda activa de inversores nacionales o extranjeros para que inviertan comprando el terreno y construyendo industrias en ellas, según han confirmado fuentes conocedoras de la operación.
El proyecto ya está en marcha y comenzará su presentación pública a los futuros inversores por partes. Para el próximo día 8 de marzo se tiene prevista la primera reunión en Oviedo. Autoridades locales, organismos públicos y privados e inversores están convocados para conocer el proyecto diseñado por la SEPI para reacondicionar en Avilés (Asturias) los terrenos procedentes de la antigua Ensidesa. Estos solares, hoy llenos de hierros y de instalaciones semiderruidas, suman 1,8 millones de metros cuadrados.
Margen del Nervión
Posteriormente, la SEPI se centrará en la margen izquierda del Nervión en Bilbao, que era propiedad de Altos Hornos de Vizcaya (AHV) y que estaba dedicada a la explotación siderúrgica. La extensión de los terrenos que se quieren reactivar en esta zona asciende a 800.000 metros cuadrados. En esta zona se tiene previsto promover la recolocación de los excedentes laborales de AHV. El tercer capítulo se centrará en Sagunto (Valencia), donde se situaban las instalaciones siderúrgicas de Altos Hornos del Mediterráneo, con un total de 500.000 metros cuadrados y para las que hará un diseño similar.Estas son las tres zonas donde los trabajos están más adelantados. Una vez que estas tres zonas se hayan presentado a los inversores se comenzarán los trabajos en Cantabria. En esta comunidad serán reactivados los 500.000 metros cuadrados de suelo industrial que existen en la localidad de El Astillero y 1,2 millones de metros que se encuentran en esta misma situación en Castro Urdiales. Los dos terrenos de Cantabria albergaron en su día explotaciones hoy cerradas.
La SEPI abordará a través de departamentos propios la mayor operación de reactivación de suelo industrial jamás realizada en España. Se ha descartado la contratación de intermediarios financieros para evitar que haya suspicacias y para que sea la sociedad estatal la que cree valor directamente. Una vez que se reacondicionen los suelos se tratará de la calificación de los mismos y su división en parcelas.
Según la SEPI, la venta de parcelas de esos terrenos estará condicionada a la creación de puestos de trabajo y será este factor el elemento determinante principal para su adjudicación, ya que el principal objetivo es la generación de riqueza en esas zonas hoy deprimidas. La SEPI no se ha establecido de antemano ninguna meta concreta sobre ingresos y sus equipos de trabajo se han propuesto al menos recuperar la inversión que se realice para urbanizar los terrenos.
Aunque en esta fase se hayan elegido los suelos de Avilés, Bilbao, Sagunto y Cantabria, en el futuro se tratará de poner en el mercado inmobiliario otros solares industriales -de zonas como Galicia o Andalucía- hoy convertidos en cementerios por la reconversión industrial.
Deuda histórica
Los responsables de SEPI no han aportado estimaciones sobre los ingresos que se puedan conseguir con la puesta en el mercado de estos terrenos. "No se trata ni de especular con esos terrenos ni tampoco regalarlos", dicen. En estos momentos, la SEPI tiene encauzada la deuda histórica del antiguo INI y diseñado el plan de colocación en el sector asegurador de los compromisos de pensiones de las reconversiones. La SEPI heredó una deuda del INI por valor de 532.000 millones de pesetas. En 1996 amortizó 119.000 millones, en el año 1997 se amortizaron otros 221.000 millones, el pasado año 103.000 millones y quedan sólo 89.000 millones para el presente ejercicio. En cuanto al plan de externalización de los compromisos laborales de la reconversión (sobre todo pensiones) de 70.000 trabajadores ya se ha firmado un plan con nueve entidades aseguradoras para que se repartan la gestión de 1,2 billones de pesetas que aportará la SEPI.
Estos dos capítulos se han abordado con recursos de las privatizaciones. La SEPI ha ingresado 2,4 billones de pesetas por las 21 empresas vendidas desde 1996, cifra que se eleva a 4,3 billones si se suman los ingresos obtenidos por otras empresas públicas encuadradas en Patrimonio, como Argentaria, Telefónica, Tabacalera y Aldeasa.
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