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Entrevista:

"El frentismo es un invento de los políticos"

Juan María Atutxa (Areatza, Vizcaya; 57 años) no abandona el centro de la polémica ni en su supuesto retiro en la presidencia de la Cámara vasca. Pregunta. Los nacionalistas han desencadenado una auténtica Tormenta del Desierto al ceder el Parlamento de Vitoria a los kurdos en el exilio.

Respuesta. Este Parlamento es soberano para recibir a los turcos, a los kurdos y a los herederos de Francisco Pizarro. No tiene que pedir autorización a nadie. Era consciente de que los empresarios estaban preocupados, pero hemos tomado esta decisión pensando en humanizar la historia de un pueblo perseguido que, con sus diferencias, nos recuerda a lo que tuvimos que pasar tras la guerra. Tampoco el Gobierno turco es las hermanitas de la caridad.

P. Les acusan de injerencia en la política exterior y de poner en peligro los intereses económicos.

R. Estamos magnificando la situación. No son grandes cantidades de dinero.

P. Dígaselo a los pequeños empresarios, que, tal vez, tienen mucho que perder.

R. No nos consta que ni en Bélgica, ni en Italia, ni en ninguno de los países que han albergado a los kurdos se hayan perdido contratos por ese motivo.

P. José María Aznar les ha pedido sensatez y ha puesto a trabajar a los servicios jurídicos de tres ministerios para bloquear su iniciativa.

R. Los nuestros son mucho más modestos, pero creemos que hemos tomado la decisión correcta. ¿Es que cree alguien que nos lo va a impedir?

P. ¿Esperaba, tras la tregua de ETA, esta crispación?

R. Espero que la actividad parlamentaria sea viva, hasta con una pizca de crispación, pero desde el respeto. Un Parlamento sin garra no sería el reflejo de la realidad multicolor. Pero el día de la constitución de las comisiones se dio un espectáculo penoso.

P. La impresión que la gente se llevó a su casa fue que el PNV y EA son rehenes de EH.

R. Esa valoración es interesada. Aquí se vive una realidad novedosa. Es la primera vez que estamos todos en el Parlamento y, además, con voluntad de quedarnos, y es novedoso que desde las filas de HB se piense en apoyar a un Gobierno vascongadillo. Pero, si estos apoyos te fallan, te encuentras vendido, y eso fue lo que ocurrió. ¿Eso supone que el PNV va a dejarse arrastrar permanentemente por EH? Sería una barbaridad.

P. También es novedosa la división tan profunda entre nacionalistas y no nacionalistas.

R. Si nos diésemos una vuelta por cualquier pueblo del País Vasco y fuéramos a cualquier txoko [sociedad gastronómica], encontraríamos un socialista, un nacionalista, uno de UA...; hay un popurrí de ideologías. Y no están separados por un muro. La sociedad no está confrontada. La confrontación la han inventado los políticos. Estamos cayendo en un verdadero fracaso al tratar de transmitir a la sociedad que existe un frentismo.

P. Es una invención grave.

R. Y muy peligrosa. Yo prefiero dejar mi responsabilidad política antes que ser copartícipe de todo eso.

P. Su partido está muy orgulloso de la apuesta realizada para conseguir que no haya funerales.

R. Mi partido ha apostado fuerte. Yo no haría ni el más mínimo esfuerzo para capitalizar de manera partidaria el proceso de paz. P. ¿Pero describe a los políticos poco menos que como unos fracasados, encastillados en su discurso?

R. Yo no iría tan lejos. Ni ha habido enfrentamiento civil cuando ETA estaba activa ni me resigno ahora a aceptar que esta sociedad está enfrentada. Los políticos sí están enfrentados y fracasarán si siguen por ahí.

P. ¿Y, en su nuevo papel, cree que puede convertirse en puente entre esos dos mundos políticos?

R. Un presidente de Parlamento no debe entrar en el politiqueo de pasillos. Lo que sí debe es ejercer su función de integración desde la flexibilidad al aplicar el reglamento. Nadie podrá imputarme nunca mala voluntad a la hora de aplicar el reglamento.

P. Pues vaya mirada que le echó su compañero Joseba Egibar cuando impidió que se votara el escrito de los nacionalista de apoyo a Josu Ternera y José Antonio Etxeberria... ¿Era su postura un aviso al PNV?

R. No creo que sea necesario. Mi partido no me ha dicho ni una vocal por aquella decisión. Ya conoce quién es Juan Mari Atutxa y mi función como presidente.

P. Parece paradójico que, después de tantos años pidiendo a HB que participe en la Cámara, ahora haya impedimentos judiciales. R. La separación de poderes aflora con toda su fuerza: los políticos, diciendo a ese mundo que venga a las instituciones, y la Justicia, diciendo "quietos, estos dos no van". Pero no se puede creer sólo un poquito en la democracia. Yo lamento que no hayan venido, pero no hago una crítica feroz a la judicatura.

P. Pero también en democracia se habla de gestos y hay quien considera un gesto dramático colocar a Ternera en la Comisión de Derechos Humanos.

R. Tienen el derecho y la legitimidad de acudir, sentarse, intervenir y votar. A partir de ahí están las sensibilidades y los gestos. Son dos presos preventivos a los que les asiste la presunción de inocencia. Además, el pleno tiene una característica especial frente a las comisiones, y es que nadie puede sustituirles. EH va a contar siempre con dos escaños menos.

P. Aunque su papel sea estrictamente institucional, también es un político. ¿Cuál es su posición frente a la tesis del PNV de que hay que superar el Estatuto y el Pacto de Ajuria Enea?

R. El Estatuto tiene mucho aún por desarrollar, pero lo tienen estrangulado los que ahora lo defienden a capa y espada, los mismos que no lo quieren cumplir. Si no, vayamos a otras fórmulas de pacto.

P. ¿Un pacto en clave de soberanía y territorialidad?

R. Tampoco puede uno encorsetarse en una fórmula definitiva. El Estado nación es ya muy difuso, salvo para quienes defienden eso de la sacrosanta unidad de España. Tenemos que respetar la voluntad popular y después marcar las pautas de definición de este país.

P. Los nacionalistas ya han marcado alguna: la Asamblea de Representantes Municipales.

R. Los que somos nacionalistas nos sentimos copartícipes de una gran territorialidad, pero respetando la voluntad de todos y cada uno de los ciudadanos de los seis territorios, no desde la imposición. ¿Eso tiene que ser sustituto de lo que ya tenemos? Nunca.

P. Pero esa apuesta llega justo cuando el PNV ha abandonado su posición de centralismo y ETA no pega tiros.

R. Me apena que voces autorizadas de políticos apunten que ahora ETA va a conseguir más sin las pistolas. Claro, es que a ETA hay que decirle: "Ve, usted, cómo estaban equivocados en estos 30 años".

P. Pero les acusan de haber propiciado la tregua para, de tapadillo, poner su ideario de golpe, como un trágala.

R. Es que hemos estado amarrados. Lo que pedimos es legítimo para la doctrina nacionalista. Lo que hace falta es conseguir las mayorías. La tregua es irreversible. Y, si nos fiamos, no podemos perder tiempo.

P. Pues Jaime Mayor, los ediles amenazados..., no se fían.

R. ¿Tenemos la misma situación que hace un año? Los pasquines no suponen la misma coerción. Pero esto no se acaba en un día. Tiene que haber una mezcla de exigencia y apoyo a Aznar, que no se vea acorralado, pero en ningún momento abandonado. Nunca aceptaré paz por presos, es nuestro derecho. Los presos tienen sus derechos y no siempre se cumplen. Y también las víctimas.

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