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Sus eminencias

XAVIER BRU DE SALA Sus eminencias Pere Esteve y Felip Puig han diseñado una estrategia consistente en alimentarse de su propia cola para que crezca mejor. Chapeau! Primero urdieron una nueva estrategia para que el pospujolismo no pillara al nacionalismo con la guardia baja. Si los viejos caballos de posta, llamados Paciencia, Posibilismo, Verbalismo y Suma de Sumandos, se iban agotando, había que preparar unos de refresco desde el poder para no resultar descabalgados. Los nombres de los nuevos son Declaración de Barcelona, Cosoberanía, Cesta de Impuestos, Catalán a Cucharadas y Fuera España. El último va encapuchado y engualdrapado para que su color azabache subido no espante. Pronto se verá como Pujol, arrastrado por los nuevos caballos que le han proporcionado los masovers, los bendice uno por uno (menos al Fuera España porque ya lo hizo) en solemne y profética conferencia. Dirá también que el viaje es el mismo y que él no se ha movido del centro, un poco subido, en el eje catalanismo-españolismo, pero habrá que hilar muy fina la hermenéutica política para evidenciar que, en efecto, el viaje es el mismo pero, al desviarse del centro, no conduce ni mucho menos al mismo sitio. Los malos efectos electorales del cambio de caballos tardarán en verse. Pero de momento, algo no cuadra. Las dos grandes eminencias del partido han caído en la cuenta -ya era hora- de que si van a depender del PP para continuar en la Generalitat y el PP no va a depender de CiU para mandar en España, el invento de los nuevos caballos se va literalmente al carajo (y a lo mejor, ellos para casa, con lo bien que se lo pasan jugando a la alta política). Necesitan, por lo tanto, subir a ERC a su carro. Pero, tal como andan las previsiones, no hay nadie capaz de imaginar que CiU y ERC puedan sumar en octubre los 68 diputados necesarios para la mayoría absoluta. Con sus nuevas postas, han ocupado buena parte del espacio de ERC, y ahora, después de alimentarse con ella, se sorprenden de que la cola mengüe en vez de crecer. Arrepentidos de haber dado alas al PI en TV-3, dan un giro de 180 grados a su táctica divisoria y pretenden absorber a Colom, para que no reste un voto a Carod. Y eso sin echar la cuenta de las papeletas regaladas al PP por cada una de las erosionadas a ERC. El nacionalismo catalán se divide en dos ramas principales. La minoritaria, formada por aquellos a los que, frente el escaparate vasco, se les pone cara de niño harapiento, a lo Dickens, con la nariz pegada al cristal de una pastelería. A la mayoritaria, en cambio, se le ve la mueca de disgusto del que contemplaba el interior de una carnicería cuando había moscas en vez de refrigeración. Las actitudes no pueden ser mas opuestas. La renovación de CDC ha consistido en sustituir a los Trias Fargas, Roca, Alavedra, Cullell, por la rama minoritaria. ¿Van a cambiar los volúmenes? Sí, si el catalanismo dominante no se ha desprendido de sus tendencias infantilistas: en cuanto se ve las orejas, se come la cola; en cuanto toma vitaminas, se va de excursión. Pujol se ha cansado de ser un Cambó vergonzante y ahora le sale el Macià vergonzante que siempre ha llevado medio escondido. La jugada estratégica que meditan sus eminencias tiene otro frente abierto. Para que funcione el intento de cargarse la alternancia y perpetuarse en el poder, deben demostrar que, en lo nacional, PP y PSOE son lo mismo. Dejando aparte lo mucho que les ayudan Borrell y la intelectualidad madrileña de izquierdas, tal cosa sigue sin ser cierta. Pero en el caso de conseguir que lo parezca, el perjuicio para Maragall sería muy inferior al beneficio para el PP. Lo peor de la nueva etapa convergente está por venir. Como buena parte de los catalanes son tan conservadores que preferirán no darse cuenta del giro convergente y el arrastre de Pujol sigue siendo importante, los efectos negativos aquí apuntados quedarán amortiguados. Lo que confundirán con una confirmación de que la sociedad catalana les apoya mayoritariamente, etcétera.

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