Clos reprueba al Gobierno catalán por actuar contra Barcelona como represalia partidista

De "inadecuada, impropia y fuera de lugar" calificó ayer el alcalde de Barcelona, Joan Clos, la reacción del Gobierno catalán al aparcar nombramientos de la Carta de Barcelona y del Fòrum 2004 por el anuncio de que el PSC iba a llevar a los tribunales al consejero de Bienestar Social, Antoni Comas. El alcalde criticó a la Generalitat por tomar represalias contra los intereses de Barcelona. "La oposición del Gobierno catalán está en el Parlament y no en el Ayuntamiento de Barcelona", dijo. ERC, el PP y el PI también criticaron al Gobierno de Jordi Pujol por haber bloqueado la Carta de Barcelona y el Fórum.

Clos y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, sellaron la paz institucional en relación con la polémica de los geriátricos en una entrevista que celebraron la semana pasada. El alcalde reconocía ayer que aquella declaración ha servido de poco. "Dos no se pelean si uno no quiere, pero a veces se hace difícil", dijo el alcalde, refiriéndose a que su voluntad de no alimentar la crispación no es suficiente frente a determinadas actitudes, como la del Gobierno de CiU al paralizar cuestiones que afectan a la ciudad como "represalia" por la polémica de los geriátricos. "Creo que es algo totalmente inadecuado e impropio una represalia institucional de un gobierno frente a otro por una disputa. Por eso ruego al Gobierno de la Generalitat que recapacite en sus respuestas airadas y viscerales", subrayó Clos en una declaración pública. El alcalde rechazó frontalmente que cuestiones que afectan a los ciudadanos de Barcelona se vean en juego "por una mezcla de cosas que es impropia" y destacó que lo que no debe hacer el Gobierno de la Generalitat es "tomar a los ciudadanos de Barcelona como rehenes", porque "es algo desproporcionado y fuera de lugar". El alcalde añadió que no quería calentar más la polémica. "No la empezamos nosotros y, en mi opinión, está resultando patética", señaló, y también puntualizó que, como alcalde, es contrario a la judicialización de las relaciones entre gobiernos: "Estoy en contra de que las relaciones institucionales se basen en denuncias judiciales, pero también estoy en contra de que se hagan anuncios en la prensa". De esa forma, Clos se distanciaba tanto de la decisión del PSC de iniciar acciones legales contra Comas como de la actitud del consejero. La crítica de Clos al bloqueo de la aplicación de la Carta de Barcelona por la demora en los nombramientos no fue la única. La candidata de Iniciativa per Catalunya-Verds a la alcaldía de Barcelona, Imma Mayol, calificó ayer la reacción del Gobierno de Pujol de "respuesta autoritaria a una confrontación política legítima sobre la responsabilidad y la gestión en la construcción de residencias para ancianos". En opinión de Mayol, CiU hace así efectiva su amenaza de bloquear la Carta Municipal, "como ya anunció en diciembre pasado", y esta paralización "no es más que la continuación de la actitud obstaculizadora que ha venido manteniendo durante los últimos 10 años de negociación de la ley de Barcelona". El alcaldable del PP, Santiago Fisas, afirmó que la disputa que mantienen CiU y el PSC sobre los geriátricos es "vergonzosa" y censuró a la Generalitat por "utilizar la Carta de Barcelona como una especie de venganza, lo que es lamentable y perjudica a la ciudad". Fisas también criticó la judicialización de la disputa sobre los geriátricos. "Llevando las cosas a los tribunales", dijo, "no se arregla el problema del déficit de plazas". Pilar Rahola, candidata del PI para las elecciones municipales, afirmó que la paralización de la Carta "representa una venganza de CiU sobre los ciudadanos de Barcelona". A juicio de la cuarta teniente de alcalde del Ayuntamiento, se trata de una "pataleta infantil, impropia de un Gobierno maduro como debería ser el de la Generalitat, que ha demostrado su enemistad con el gobierno de Barcelona". Jordi Portabella, alcaldable de ERC y diputado del Parlament, anunció ayer que su formación presentará una interpelación al Gobierno y añadió: "No compartimos este sistema político de disputas y réplicas continuas". Molins dice que Clos miente Frente a las críticas, el candidato de CiU a la alcaldía, Joaquim Molins, volvió a cargar ayer contra el alcalde, al que acusó de mentir a los ciudadanos, acusación que hizo extensiva al ex alcalde Pasqual Maragall, y justificó la decisión de aplazar los nombramientos de la Carta de Barcelona y del Fòrum. Molins afirmó que "es lamentable que los socialistas sigan diciendo falsedades" sobre la supuesta negativa de la Generalitat a construir residencias geriátricas" y acusó al equipo de gobierno municipal -PSC, IC-V y PI- de soliviantar a los ciudadanos contra el Gobierno. "Si se quiere trabajar en colaboración no se puede ser desleal", dijo. Para Molins, la decisión del Gobierno catalán de bloquear algunos nombramientos que posibilitan la aplicación de la Carta de Barcelona no supone que ésta "quede congelada".