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El tribunal cita a un testigo de la Fundación Levis pese al veto de Hachuel y Romaní

Hans Gassner, administrador de la Fundación Levis, con sede en Liechtenstein, ha sido citado a declarar por el tribunal del caso Banesto pese a la oposición manifiesta de los acusados Jacques Hachuel y Arturo Romaní. La defensa de Hachuel le propuso como testigo el 24 de abril de 1997, pero las cosas han cambiado en casi dos años. Hachuel renunció a su comparecencia en septiembre pasado, pero a instancia de otras partes se le ha citado.

Hans Gassner, de 62 años, es un agente de derecho, que no abogado, desde 1958, con una carrera rutilante en bancos y empresas hasta llegar a ser ministro de Asuntos Sociales del Pincipado de Liechtenstein entre 1974 y 1978. Es socio del bufete de abogados Batliner & Partner, el más relevante del paraíso fiscal centrouropeo -alojado entre Suiza y Austria-, propiedad del doctor Herbert Batliner.Según declaró Mario Conde en el juicio oral, conoce a Gassner desde 1977. Por su parte, Arturo Romaní ha utilizado sus servicios para ciertas sociedades tapadera, como es el caso de Jarnac Establishment, creada por el bufete Batliner y domiciliada en Liechtenstein hasta su liquidación. Romaní y sus empleadas han presentado a Gassner como un hombre que visitaba el bufete privado de Romaní, en la calle Conde de Aranda, 14, en paralelo a su actividad en Banesto.

La aparición de Gassner en este caso se produjo tras los esfuerzos de Banesto por seguir la ruta de los 18,6 millones de francos suizos (1.344 millones de pesetas) pagados por la multinacional Air Products el 6 de abril de 1990 por la compra a Banesto de una opción al 5,9% del capital de Carburos Metálicos.

El dinero fue desviado a Suiza, bajo una referencia del bufete de abogados Homburger Achermann, y puesto bajo control del abogado Peter Widmer, quien en colaboración con Jacques Hachuel lo ingresó en una cuenta de la sociedad del citado financiero, Mariella Real Estate Holding Establishment. Más tarde, en mayo de 1990, fue entregado, tras restar algo más de un millón de francos suizos (150 millones de pesetas de la época) para Hachuel, a otro abogado, Peter Schwarz, quien lo envió a la Fundación Levis de Lichtenstein.

Al anunciar Banesto acciones contra el abogado Schwartz en Zúrich, éste halló una buena razón para actuar con cierta diligencia. Se dirigió a Liechtenstein y entró en escena la Fundación Levis. Hans Gassner, en nombre de la fundación, escribió al abogado de Banesto en Ginebra, Albert-Louis Dupont-Willemin, y le informó de que el dinero procedente de Carburos fue ingresado en la Fundación Levis y que sólo haría entrega del mismo si así lo decidía un tribunal de Liechtenstein. Banesto inició una demanda civil cuyo punto de partida fue el bloqueo de los fondos. El pleito sigue su curso.

Según explicó en 1996 Gassner, los beneficiarios de Levis retiraron en 1994 rendimientos del dinero invertido en activos seguros y rentables durante los primeros cuatro años del contrato, pero más tarde, al iniciarse el procedimiento penal, esos beneficiarios le comunicaron su intención de renunciar al dinero depositado. Hachuel le propuso como testigo en el juicio oral en 1997. Pero en septiembre pasado cambió de opinión y renunció a su comparecencia. Otras partes, incluido el fiscal, se opusieron a esa renuncia y pidieron que se mantenga su declaración. La defensa de Arturo Romaní, quien negoció directamente, de parte también de Conde, con Gassner, sobre la utilización de Levis y sociedades como Jarnac, también se opuso con un amplio escrito. El tribunal, empero, le ha citado para el 12 de abril próximo.

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