Una mujer muere tras ser apuñalada por su ex marido en una peluquería

Antonio Monzálvez Gil, de 41 años, entró el lunes de improviso en la peluquería de su ex esposa, María Elena Madrid Garrido, de la misma edad, y sin pronunciar palabra le asestó una cuchillada en el vientre, otras dos en un muslo y salió corriendo ante el espanto de dos clientes. Media hora después se entregó a la Guardia Civil. La mujer murió en la madrugada de ayer, tras casi seis horas en el quirófano.

El crimen tuvo lugar sobre las seis y media de la tarde del lunes. María Elena Madrid Garrido regentaba una peluquería en el número 5 de la calle del Mestre Roque Górriz, en Massamagrell, un municipio de 13.000 habitantes situado a una decena de kilómetros al norte de Valencia.Monzálvez estaba celoso, según los vecinos. Desde que se separó de él, María Elena vivía en casa de su madre y había instalado la peluquería en la planta baja. Las dos clientes que presenciaron los hechos han atestiguado que el homicida no cruzó ni media palabra con su víctima, y que después de apuñalarla se marchó corriendo, también sin decir nada.

La huida de Monzálvez apenas duró media hora: el tiempo que tardó en recapacitar y entregarse a la Guardia Civil. Pasó la noche en los calabozos de la comandancia, en el barrio de Patraix, en Valencia. En la mañana de ayer pasó a disposición del juzgado de instrucción número 1 de Massamagrell, que se encontraba de guardia en ese momento.

El juez le tomó declaración a última hora de la mañana. Monzálvez reconoció los hechos abiertamente. Poco antes de las dos de la tarde, el titular del juzgado ordenó su ingreso en el módulo de preventivos del penal de Picassent.

Consciente

Un policía local explicó que, tras el apuñalamiento, María Elena estuvo consciente en todo momento, tumbada sobre un charco de sangre. "Estaba muy preocupada por la herida del abdomen, por la que le brotaba sangre a borbotones", detalla el agente. Una ambulancia del SAMU la trasladó al hospital Clínico de Valencia, donde los médicos decidieron intervenirla con urgencia, infructuosamente. Por otro lado, la Audiencia de Barcelona ha condenado a seis años de prisión a Jaime Roca, de 54 años, por el intento de asesinato de su vecina, Antonia U. D., de 50 años, con la que estaba disgustado por considerar que llevaba "una vida disoluta" desde que había enviudado.

El condenado deberá también indemnizar a la víctima con 700.000 pesetas por las heridas que le causó el 10 de octubre de 1997, cuando Roca esperó a su vecina oculto en el rellano de la escalera del edificio de Badalona en el que ambos residían y se abalanzó sobre la mujer con un cuchillo con el que intentó degollarla.

En Málaga, Francisco S. A., de 39 años, ha sido condenado por la Audiencia de Málaga a tres años y ocho meses de prisión por intentar matar a su esposa prendiéndole fuego tras rociarla de gasolina.

En Alicante, Juan Carlos C. R., un vecino de la localidad de Novelda acusado de causar la muerte al amante de su mujer con una espada japonesa, declaró ayer en la primera sesión del juicio en su contra que no "pretendía ni quería matar" a la víctima y que tan sólo deseaba que dejase "tranquila" a su mujer.