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La oposición de Hong Kong pide unidad contra la injerencia de Pekín

La amenaza de una crisis constitucional ha puesto a prueba las relaciones entre Hong Kong y Pekín por primera vez desde que Londres devolvió la colonia a China, en julio de 1997. El motivo es una sentencia que concede el derecho de residencia en la Región Administrativa Especial de Hong Kong a miles de niños de la China continental, algo que disgusta al Gobierno. La oposición ha pedido a todos los residentes que se unan para combatir lo que ven como una injerencia, la primera en su régimen autónomo, que amenaza la independencia de su justicia.Fuentes jurídicas de Hong Kong atribuyen el conflicto al distinto modo que la China comunista y el Hong Kong capitalista interpretan la ley, y subrayan que Hong Kong tienen que explicar a Pekín cómo funciona su derecho, basado en el derecho consuetudinario británico, y que ello no significa que el territorio plante cara al Congreso Nacional Popular (CNP), el Parlamento de Pekín.

"Todo Hong Kong tiene que unirse como una piña sobre este asunto", dice el parlamentario de Hong Kong y, en la práctica, jefe de la oposición, Martin Lee. Si Hong Kong no logra "que se mantenga [la sentencia], si no conseguimos que [Pekín] renuncie", sería la más grave violación de las garantías de la autonomía del territorio desde su pase al control de Pekín, señala.

Pekín trata de convencer a Hong Kong de que no se inmiscuirá en la sentencia del Tribunal de Casación, la máxima instancia judicial del territorio, que abre la puerta de Hong Kong a miles de niños de la China continental siempre y cuando uno de sus padres viva en Hong Kong. "El Gobierno central ha cumplido sin reservas en Hong Kong la política de un país, dos sistemas", ha declarado una portavoz de Exteriores. "Y sobre este asunto no hay ningún cambio". Cuando se le pregunta explícitamente sobre la conmoción provocada por la sentencia, responde: "Los problemas sobre Hong Kong son un asunto interno chino".

Rectificación judicial

La disputa comenzó el lunes, cuando el director de la oficina del Consejo de Estado, Zhao Qiyue, dijo que el Tribunal de Casación debería rectificar, y negó el derecho otorgado a los hijos naturales o legítimos con uno o los dos padres residentes en Hong Kong a vivir también en la Región Adminsitrativa Especial. El criterio de Zhao fue avalado por cuatro juristas de China continental, a cuyos ojos la sentencia va contra la ley de residencia aprobada en 1996 por la permanente del CNP, que limita el derecho a vivir en Hong Kong. Un analista que colaboró en la creación del sistema que rige tras la devolución de la colonia se pregunta: "¿Como puede China tolerar que el Tribunal de Casación declare nulas decisiones sobre Hong Kong adoptadas por el comité permanente del Congreso Nacional Popular?".

La confusión ha provocado escalofríos entre el empresariado y los inversores, que temen por la apreciadísma independencia judicial del territorio.

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