Nadal hurga en las diferencias entre Pujol y Pujals acerca de la modificación de la Ley de Política Lingüística

VIENE DE LA PÁGINA 1 Los socialistas reafirmaron ayer su decisión de que el Gobierno de Jordi Pujol debe resolver por sí sólo los problemas con que ha tropezado el decreto sobre la cuota de doblaje al catalán de las películas que se exhiben en Cataluña. El presidente del Grupo Socialista, Joaquim Nadal, hurgó en las contradicciones entre la actitud adoptada por el presidente Jordi Pujol y el consejero de Cultura, Joan Maria Pujals. Las resumió así: "Pujol quiere enfriar, Pujals quiere calentar". El diputado socialista destacó que mientras Pujol habla de negociación e intenta ofrecer una imagen de moderación, Pujals pretende resolver el problema elevando al rango de ley las sanciones introducidas en el decreto. Nadal insistió en que el pecado original del decreto que ha sido rechazado por los productores y distribuidores de cine y ha sido parcialmente suspendido por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña está en la actitud de Pujals. "Se comprometió a presentar un programa de promoción del cine en Cataluña y no lo hizo: prefirió avanzar a golpe de decreto". A la hora de hacer el decreto se olvidó sin embargo, continuó Nadal, "de que el grifo de los doblajes está en el sector". Y en el sector tiene un peso absolutamente mayoritario la industria de Hollywood. No haber recurrido al diálogo en el momento adecuado tiene ahora graves inconvenientes, advirtió Nadal. Pero es al propio Gobierno catalán a quien corresponde hacer frente a la situación, añadió. Nadal defendió la posición adoptada en este asunto por Pasqual Maragall, el candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat. Maragall dijo que un problema creado por el Gobierno catalán le toca resolverlo al Gobierno catalán. Y que más que con leyes y decretos, el fomento del idioma catalán debe hacerse mediante la negociación. Contra Maragall Los nacionalistas han aprovechado la ocasión para atacar a Maragall. El portavoz de CiU en el Parlament, Ramon Camp, dijo que a su grupo parlamentario le duele que el PSC "salga del consenso" que sirvió para aprobar la Ley de Política Lingüística. Camp aseguró, tras la reunión de su grupo parlamentario dedicada a preparar la sesión plenaria de hoy, que CiU "está en disposición" de reformar la Ley de Política Lingüística para "superar las lagunas" puestas en evidencia por el Tribunal Superior de Justicia. Pidió el apoyo del PSC para esta reforma, en coherencia con el que en su día prestó a la aprobación de la ley. Acto seguido, Camp calificó de "muy negativa" la posición de Maragall. "Esto le descalifica como gobernante", afirmó, "porque significa que renuncia a gobernar, como hizo cuando era alcalde y se fue a Roma a hacer el turista, abandonando la ciudad". Los socialistas están convencidos de que la agresividad de los portavoces de Convergència contra Maragall a propósito de esta ley es un reflejo de las dificultades internas existentes en el Gobierno de Pujol acerca de cómo afrontar el traspiés sufrido.