Pepa Rubio crea una obra con objetos que abandonan emigrantes en la costa

Calcetines, un viejo jersey, una cartera con un almanaque de Bruce Lee o un espejo son objetos que han acompañado a algunos magrebíes en sus travesías clandestinas. Estas cosas forman parte de las cientos que la artista Pepa Rubio (Sevilla, 1957) ha recogido en las costas del Estrecho de Gibraltar y con las que ha creado la instalación Ghuraba. Los sueños que me llevan. La muestra se inaugurará hoy en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), en su sede de La Cartuja de Sevilla.

Pepa Rubio ha realizado un viaje a través de los sentimientos para reflejar una tragedia, la de los magrebíes que cruzan el Estrecho de Gibraltar ilegalmente. La muestra, que estará abierta hasta el 11 de abril en la sala Prioral del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo recrea una habitación árabe que está rodeada por un montaje con 79 relicarios, un mural y una gran composición fotográfica. "El paraíso en el bolsillo -el título del gran mural pintado en negro sobre una pared blanca- es una de las semillas de este proyecto. El dibujo es la reproducción de la portada de una agenda que llevaba un mojaito en el bolsillo. Detrás del paisaje bucólico que tiene la agenda están los sueños de su propietario: direcciones en España y Francia a las que podía recurrir", comentó ayer Mar Villaespesa, comisaria de la exposición. Los sueños que me llevan es la recreación de un mundo dentro de otro. Pepa Rubio, que en los últimos años hace esculturas con fibras naturales, ha recorrido, una y otra vez, las costas de la costa de Algeciras para recoger los restos que dejan los emigrantes ilegales. Con esos restos, la artista ha construido una habitación rodeada de mtarbas -divanes- alrededor de una alfombra tejida con ropas recogidas y con la forma de la mano de Fátima que, en la cultura árabe, es una especie de amuleto. Objetos y ropas son el material de esta exposición que forma parte del programa Proyectos en el que el CAAC invita a un artista a crear una obra especialmente para exponerla en el centro. Además de las pequeñas esculturas que Rubio ha bautizado como Relicarios, la artista presenta una composición con fotografías de frases que encontró en las ropas. "No se trata de recurrir a datos de los emigrantes que mueren cuando intentan cruzar en las pateras, sino de reflejar la complejidad de la cultura magrebí. Un pueblo tan cercano y, a la vez, tan alejado del nuestro", comenta Mar Villaespesa.