Lars Molin, cineasta sueco
Lars Molin, uno de los directores de cine y televisión de Suecia más reconocidos internacionalmente, falleció en Estocolmo, a consecuencia de un ataque cardiaco, a los 56 años. Molin, que se inició como escritor en los años setenta y que es autor de una decena de piezas, cosechó sus mayores éxitos como director de filmes para televisión. Su serie Tres amores, en 1989, lo convirtió en uno de los directores más queridos por los suecos. Filmó también la obra de Selma Lagerlöff El emperador de Portugal, en 1991, y en 1996, una joya llamada Potatishandlaren (El vendedor de patas). El añopasado obtuvo el Premio Emmy y la Ninfa de Oro del Festival de Televisión de Montecarlo por su obra La viuda tatuada. Hace poco más de un mes fue exhibida su serie sobre el financiero sueco Ivar Kreuger. También había sido galardonado con el Premio Piraten de 1998, "por sus libros y filmes, en los que con fantasía, humor y compasión describe el destino, no siempre común, de los seres comunes". Fue además un intelectual comprometido con los problemas de su tiempo.-
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