Los perros y sus amos
Tengo un chucho; un mil leches, en fin, un mestizo, ustedes ya me entienden. Su padre no fue campeón de belleza y cuando lo recogí de la calle no venía con pedigrí, pero, sinceramente, poco me importa: lo adoro. Este bombardeo de noticias sobre perros asesinos, pit-bulls de criadero y demás razas nobles me ha dado que pensar. Soy veterinaria, y debido a mi profesión he visitado frecuentemente la perrera del Ayuntamiento de Barcelona. Allí hay miles de chuchos (algunos incluso con pedigrí) dispuestos a que alguien los adopte, los eduque, los cuide.
Por ello les pido que, si estaban pensando en adquirir un perro, pasen primero por allí. Y si lo que quieren es demostrar lo fuertes y chulos que son ustedes, cómprense un revólver como hacen los americanos. Así les luce el pelo.-
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