Castellá culpa del retraso del catálogo de humedales a las 15.000 alegaciones, pero sólo ha de contestar 115
El titular de la Consejería de Medio Ambiente, José Manuel Castellá, de UV, culpó del retraso en aprobar el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana, presentado hace un año, a que todavía se están estudiando las más de 15.000 alegaciones presentadas al listado que el Consell tendrá que aprobar por decreto. Sin embargo, según consta en una respuesta parlamentaria enviada en septiembre por Castellá a Alfonso Arenas, diputado socialista en las Cortes, la inmensa mayoría de esas alegaciones son una misma objeción firmada por distintos ciudadanos u organizaciones. Así, los técnicos tan sólo tienen que examinar 115 modelos distintos de alegación y contestar con otros 115 modelos de respuesta. Arenas achaca el retraso a la falta de interés del Consell en proteger estos espacios. Así, como es usual en la Administración cada vez que se saca a consulta pública un proyecto, las alegaciones se acumulan siempre que el texto es idéntico y se agrupan según el tema referido. En el caso del catálogo, que dará protección a los 32 humedales incluidos, se clasificaron en tres grupos. Uno, con ocho alegaciones de distintas administraciones (como la Dirección General de Costas o la Confederación Hidrográfica del Júcar). Otro, con trece escritos, que piden la ampliación del catálogo con enclaves obviados. Por último, con el grueso de las alegaciones, el grupo de las que se refieren a los distintos humedales. De ellos, sólo seis no han recibido alegaciones. Entre los otros 26, destaca el marjal de La Safor, que afecta a los municipios de Gandia, Tavernes, Xeresa y Xeraco y que generó él solo 15.491 firmas agrupadas en 35 alegaciones. A gran distancia, en el resto de humedales figuran el marjal de Almenara, con 46 alegaciones, el de Pego-Oliva, con 27, el de Moros y el de Rafalell y Vistabella, ambos con siete.
