Aterrado
Como consumidor europeo de noticias e imágenes originadas en lugares remotos y no tan remotos creía estar curado de espantos. Máxime por la experiencia acumulada por tantos visionados de acciones de la cantera nacional de los chicos de ETA, que algunos humoristas han calificado de chiquilladas.Podía desayunar con un huracán y sus estragos, comer con un terremoto y los suyos o cenar con 25 cadáveres víctimas de venganzas étnicas a un par de horas de vuelo de Madrid.
Sin embargo, las últimas imágenes y reportajes que he visto y leído sobre las mutilaciones en Sierra Leona me han dejado aterrado, completamente aterrado.
Por supuesto que hace mucho tiempo que perdí toda esperanza en que la dichosa comunidad internacional (quienquiera que ésta sea) intervenga de manera directa y decisiva para atajar este tipo de barbaridades (que supongo allí llamarán travesuras), como también la he perdido en el género humano en general; lo que ahora me pregunto es: ¿qué puede hacer un oficinista de Madrid para intentar salvar aunque sea un dedo meñique de1 carnívoro cuchillo?
Si alguien tiene alguna idea, por favor, que me la diga; me gustaría volver a dormir sin pesadillas, ajeno a todo lo humano en mi cómodo mundo europeo.-
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