El PSOE quiere a Felipe González en el cartel europeo como reclamo para las otras elecciones

Los candidatos del PSOE en las próximas elecciones autonómicas y municipales quieren lucir a su lado, en el cartel de la campaña, a Felipe González. Como los comicios europeos se celebrarán el mismo día, el 13 de junio, tratan de que se vuelva atrás de su negativa inicial y acepte finalmente encabezar la lista socialista para Estrasburgo. La oportunidad, piensan, es muy buena. Están seguros de que la figura del ex presidente del Gobierno y ex secretario general del partido empujará hacia arriba el número de los votos que se obtengan tanto en el plano municipal como en el autonómico.

La imagen de Felipe González arrastra. Muchos candidatos autonómicos y municipales del PSOE están convencidos de ello. Por eso le quieren a su lado, aunque sea en otra lista, la europea, en la triple cita electoral de junio. Ese requerimiento le está llegando a González y a los miembros de la Ejecutiva Federal socialista con profusión. El aspirante a la presidencia del Gobierno, José Borrell, coincide con ese sector que quiere ver al ex presidente en la campaña electoral y no le importa en absoluto que durante unos meses -las listas deben estar cerradas el 28 de marzo- vuelva a tener un protagonismo central. Diferentes secretarios regionales del partido pretendían que el asunto no saliera a la luz pública para tener así más facilidad, quizá, para convencer a González de que, finalmente, se vuelva atrás de su negativa inicial y acepte presentarse en la candidatura europea. Ahora, una vez que el debate ha trascendido, los más interesados en que González opte a Estrasburgo sienten cierto vértigo ante la posibilidad de que se cierre en banda definitivamente al observar cómo se le está lanzando a través de los medios de comunicación. El principal responsable de que esto haya sido así es Borrell, quien ha anunciado recientemente, en Zaragoza, que hablará personalmente con González en estos días para pedirle con toda formalidad su colaboración. La razón por la que lo ha hecho también tiene que ver, sin embargo, con su afán por disipar las dudas de quienes creen en su partido que no desea ver a González en la campaña por temor a que le haga sombra.

Borrell quiere dejar claro ante su formación, la opinión pública y el propio González que estaría encantado de que el ex presidente aceptara al cabo la petición mayoritaria de sus compañeros. Personas de su entorno afirman que, en efecto, no tiene preocupación alguna por el protagonismo de González en los próximos meses, ya que sus elecciones son otras: las generales del año siguiente.

Los dirigentes regionales que más empujan a González se mueven en la misma línea: los comicios generales son otros. Ahora se trata de obtener el mejor resultado en los autonómicos, los municipales y, por supuesto, los europeos.

"González en un militante muy disciplinado y si el partido se lo pide, aceptará". Estas palabras, del presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, son compartidas por muchos socialistas, que no dudarán en insistirle al respecto. El ex vicesecretario general, Alfonso Guerra, es uno de ellos: "Sería un magnífico candidato". Los castellano-manchegos están especialmente activos y, sin ambages, reconocen que González ayudaría mucho a todos sus candidatos municipales. Bono estuvo hace pocos días con él y le pidió expresamente su apoyo.

"Felipe responde de esa manera que él sabe para no afirmar ni negar", advierte, a su vez, uno de los últimos dirigentes que se han entrevistado con González en ese sentido.

Además del interés que puedan tener por el futuro de su ex secretario general, dirigentes regionales consultados por este periódico reconocen que les anima claramente el deseo de que González les ayude a mejorar sus resultados.

La buena percepción que la ciudadanía en general tiene de la labor del Gobierno que dirige José María Aznar hace pensar a muchos candidatos que la valoración nacional puede influir en el voto local y por eso se han vuelto hacia el carisma de González.

También hay matices. Entre algunos socialistas andaluces, informa Lourdes Lucio, no se oculta cierto malestar por el hecho de que el PSOE derive sus energías hacia ese debate en vez de plantear una oposición clara al Ejecutivo popular. "No es éste el tiempo de entretenerse en eso", comentó ayer un dirigente de esa comunidad. El propio presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, apuntó que ese tema "es intrascendente". "Ya se verá", dijo; "hay otros asuntos importantes, como el problema de la articulación del Estado, las pensiones o el paro". Chaves aseguró que la disyuntiva de si González encabeza o no la candidatura europea tiene "morbo", pero que a él no le interesa. "Ni mucho menos a la sociedad", apostilló.

Por otra parte, todos los candidatos autonómicos tuvieron ocasión de verse las caras el pasado lunes en Madrid con el secretario general, Joaquín Almunia, y otros dirigentes, aunque no con Borrell, que estaba en Alemania con el canciller Gerhard Schröder.

Se trataba de una reunión de trabajo interna, sin mensajes para la opinión pública, por lo que no se facilitó información. Algunos de los asistentes reconocen, no obstante, que la intervención del presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, fue dura y pesimista. No le gusta cómo están las cosas y propone una política de oposición más enérgica. Así, aunque sin citarle, aludió varias veces a las cualidades políticas de González. No obtuvo más respuesta que un espeso silencio.