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El ex jefe del banco de Brasil acusa al Gobierno de someterse al FMI

Francisco Lopes, hasta el lunes pasado gobernador del banco central de Brasil, declaró ayer que fue sustituido debido a las fuertes divergencias que mantenía con el ministro de Hacienda, Pedro Malan, y por oponerse a que el FMI interviniera directamente en las políticas del país. El Gobierno reconoció que el actual gobernador, Arminio Fraga, trabajaba para Soros y asesoraba al Ejecutivo brasileño simultáneamente.

Francisco Lopes filtró ayer a los medios de comunicación su versión de los hechos. No intervino en el mercado de cambio en el fatídico viernes 29 de enero por instrucciones expresas del ministro Malan, quien habría asegurado al FMI que dejaría al dólar llegar al punto que fuese, sin gastar reservas en divisas. Y el mismo día, el Gobierno brasileño admitió que volverá, dentro de poco, a intervenir en el mercado de cambio. Lo que no se sabe es cómo. Fuentes cercanas al Gobierno dijeron ayer que el FMI ha admitido esta estrategia, siempre que el total destinado a frenar la caída del real no supere los 450 millones de euros cada cinco días. Esa cantidad es considerada por analistas como "ínfima e insuficiente" para las dimensiones del mercado brasileño.

La declaración de Lopes confirmó los rumores que circulaban ayer sobre su súbita destitución como gobernador del banco central brasileño, apenas 20 días después de ser nombrado. Además de que se le considera responsable de la cadena de errores en el manejo de la crisis cambiaria, que culminaron con el viernes negro de la semana pasada, cuando el dólar llegó a valer 2,10 reales, las fuertes divergencias entre Lopes y su superior inmediato, el ministro de Hacienda, Pedro Malan, y su resistencia a permitir que el FMI interviniera de forma directa en las políticas del Gobierno brasileño, precipitaron la entrada de Arminio Fraga Neto en escena.

También ayer, Malan confirmó que, desde hace algunos meses, Fraga venía "colaborando de manera informal" con su equipo, pese a ser gestor de una de las carteras de fondos del especulador George Soros destinados a invertir en mercados emergentes y entre ellos en Brasil. En un primer momento, el mismo Gobierno trató de hacer circular la noticia de que el cambio de gobernador se debía a la necesidad de contar, en ese momento de crisis, con un "operador al frente del banco central".

La designación del nuevo gobernador del banco central fue bien recibida por los empresarios, y de forma tibia por los operadores de la Bolsa de São Paulo, que ayer registraba un descenso del 0,63% al cierre, y por el mercado cambiario, donde el real se mantiene en torno a 1,80 por dólar.

En medios académicos, donde Fraga Neto es respetado, su nombramiento fue motivo de controversia. Mientras se reforzaron las críticas de los políticos, varios profesores de economía se sumaron. "La idea de llamar a un especulador para anticipar maniobras de sus colegas es demasiado arriesgada. Es como llamar a un ladrón para ocupar el puesto de secretario de seguridad, con el argumento de que es un entendido", afirmó el columnista Janio de Freitas en el influyente diario Folha de São Paulo.

Reinaldo Gonçalves, profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro, opina lo mismo. "La superación de la crisis del real no pasa por una solución de mercado", dijo. "Sería necesario que el Gobierno revisase su política liberalizadora, derrumbando los mecanismos que han dejado el país vulnerable".

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