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Entrevista:

"La derecha sólo concibe la cultura como espectáculo o como elitismo minoritario"

CARMEN CALVO CONSEJERA DE CULTURA Entró como consejera de Cultura en el Gobierno andaluz en abril de 1996. Nacida en Cabra (Córdoba) en 1957, Carmen Calvo es profesora de Derecho Constitucional. Sus publicaciones retratan a una batalladora en defensa del feminismo. Independiente dentro del Ejecutivo andaluz, Calvo aboga por incrementar el papel de la cultura en la acción de los gobiernos.Pregunta. Esperanza Aguirre acusó en mayo de 1997 a los socialistas de condenar a la ignorancia a una generación de españoles. ¿Qué le parece esta opinión? Respuesta. Eso es propio de Esperanza Aguirre. Una salida que demuestra un descubrimiento del mapamundi le corresponde a Esperanza Aguirre. ¡Cómo puede decir eso con lo que han representado la universalización de la cultura, la mejora de la calidad de la educación y la proliferación de universidades públicas con el Gobierno socialista! Sólo por eso la frase no merece comentario. P. Lo cierto es que hoy en día la cultura está mal vista para mucha gente. Hay muchas personas que creen que leer una novela o ver una película no es útil para prosperar en esta sociedad. R. Uno de los mensajes más aterrorizadores de la posmodernidad es que el significado no existe. De acuerdo con este mensaje de la posmodernidad no hay contenido, no hay verdades, no hay espíritu, todo es superficie. Tenemos que insistir sobre la idea que representa la cultura como camino de crecimiento espiritual. La palabra y, en concreto, la palabra escrita está librando una durísima batalla con la imagen. De esta batalla espero que salga una relativa compatibilidad. Hemos descubierto recientemente el mundo virtual y nos dedicaremos a él hasta agotarlo. Luego, volveremos a recuperar lo que forma parte de lo más profundamente humano, que es la palabra. La palabra es lo que nos distingue de los demás seres vivientes. Por una ley del péndulo, habrá un reequilibrio. Escribir, leer, escuchar música seguirán siendo referentes eternos. P. Hay grandes financieros, empresarios y profesionales de éxito que son más incultos que mucha gente que está en paro o tiene empleos precarios. R. La cultura se ha democratizado en este siglo. Cada vez se publican más libros, hay más museos... La cultura ha entrado en el mercado. Como el mercado es profundamente injusto, este hecho provoca que no estén todos los que son y no sean todos los que están. Hay músicos, pintores y escritores magníficos que están en el anonimato porque no han tenido la ayuda de esas rampas del mercado. P. Hay quien dice que los ministros de Cultura de finales del siglo XX equivalen a lo que eran en el pasado los ministros sin cartera. ¿Es esto aplicable también a los consejeros de Cultura? R. Hay una especie de tradición según la cual la izquierda elige como responsable de Cultura no exactamente a un político, sino a una especie de independiente. Ese ministro o consejero de Cultura de la izquierda tiene el corazón partido. Una mitad está en la política y la otra de las mitades está del lado de la gente que hace la cultura, que son los artistas. En cambio, la derecha española se ha caracterizado por hacer todo lo contrario que la izquierda respecto a la cultura. La derecha siempre ha pensado que la cultura forma parte de la libertad del mercado. Para la derecha, los artistas deben buscarse la vida por sus propios medios. La derecha no entiende que la cultura es una vía de conocimiento que necesita un esfuerzo, que la cultura ensancha tu propia libertad, que la cultura es mucho más que te anestesien en un espectáculo. La derecha sólo concibe la cultura como espectáculo o como elitismo minoritario y caro para quien se lo puede permitir. Lo primero que ha hecho el PP en el Gobierno es hacer desaparecer el Ministerio de Cultura. La derecha siempre ha pensado que la cultura es un mundo minoritario al que se accede cuando se puede costear por uno mismo. La ministra me dijo un día que la mejor política cultural es una buena política educativa. Su tesis se resume en que la escuela, que ya está garantizada, es para los pobres y la cultura, en cambio, es para los que se la puedan permitir. En Europa está ocurriendo lo contrario. En Italia, Alemania o Francia la política de cultura está cobrando un espacio muy importante. En primer lugar, la cultura está desarrollando trabajo y empleo. En segundo lugar, en las sociedades desarrolladas que tienen resueltos los problemas de educación, salud y empleo, la siguiente necesidad es el teatro, el cine, los libros, los museos... La gran aspiración de una sociedad que ha resuelto los problemas básicos es una política de cultura. P. ¿Qué ha hecho la Consejería de Cultura por Andalucía? R. Cuando recibimos las primeras transferencias, a partir de 1984, desarrollamos nuestra red de bibliotecas, con más de 600. Mejoramos notablemente todos los museos de la red pública. Creamos una magnífica compañía de danza para que el baile flamenco pueda mejorarse e innovarse. Esta Consejería ha creado cinco orquestas. Hay una inversión anual de 1.200 millones en las cinco orquestas. Se ha hecho una política de rehabilitación de teatros históricos y construcción de teatros nuevos. Se han rehabilitado 47 teatros históricos. Hay que preguntar qué opinan a quienes tienen 50 años y recuerdan cómo hace 20 o 25 años se despreciaba el patrimonio histórico, se tiraban edificios históricos para hacer pisos, para especular con los terrenos... En los últimos 10 años hemos invertido 45.000 millones en patrimonio histórico. Hemos hecho, además, que cambie la mentalidad. Hoy en día, en todos los pueblos, todo el mundo está empeñado en que los edificios históricos no desaparezcan. P. ¿Qué proyectos tiene? R. El Plan de Bienes Culturales, que aprobó el Gobierno andaluz en junio, es uno de los mejores documentos que conozco dentro y fuera de este país. Por contra, al Ministerio de Educación y Cultura yo no le he visto una planificación con ideas, objetivos, presupuestos y plazos. Hemos hecho un año Lorca muy serio, muy real y muy verdadero. Hemos hecho lo mismo con Zurbarán. Y ahora con Velázquez y Turina.... P. ¿No se han olvidado de Aleixandre en su centenario? R. Fuimos los únicos que nos acordamos de Aleixandre. Los ayuntamientos de Sevilla y Málaga desaprovecharon esa oportunidad. Hicimos una magnífica exposición y un homenaje con Luis Antonio de Villena y Cristina Hoyos en el Teatro Central.

"La cultura es una vía de conocimiento que necesita un esfuerzo y que ensancha tu libertad"

"La Consejería trabaja en todas las catedrales"

Pregunta. ¿El plan de catedrales conseguirá su objetivo? Respuesta. Sí que lo conseguirá. El patrimonio histórico de Andalucía es complejo, espectacular. Yacimientos arqueológicos, 12 catedrales... El patrimonio artístico arranca con los iberos y termina con Picasso. Para defender este patrimonio, hay arquitectos, arqueólogos, químicos, restauradores... Hay una pléyade de gente que hace 20 años no existía. A veces el 30% o el 40% de una intervención se va en desmontar las chapuzas que se hicieron en los años cuarenta, cincuenta y sesenta. Todas las catedrales andaluzas tienen un plan director. Todas las catedrales o están en obras o haciéndose estudios previos sobre ellas. La Consejería está trabajando en todas las catedrales. P. ¿Por qué se emprendió el Centro de Arqueología Subacuática de Cádiz? R. Andalucía tiene un litoral enorme. Muchísimos de los eventos más importantes del mundo se han librado aquí. El centro se inauguró en junio. El centro estatal de Cartagena no es mejor que el nuestro. El nuestro es un centro con zonas en que se pueden exhibir piezas. Pero su función no es ser un museo, sino un centro de investigación. P. ¿Por qué se celebra en el CAAC la exposición de Velázquez y no en el Museo de Bellas Artes de Sevilla? R. Tras la intensidad de la muestra de Zurbarán parecía que era mucho pedir al Museo de Bellas Artes que estuviera empantanado con otra exposición tan importante. Hubiera sido un poco injusto. Una exposición trastoca un museo no sólo durante su duración, sino también en los meses anteriores y posteriores. P. ¿Cree que es comprensible el choque de la Junta con el Ministerio sobre la ubicación del Museo de Bellas Artes de Málaga? La Consejería apuesta por el Palacio de la Aduana y el Ministerio por el Convento de la Trinidad. R. Nadie puede entender que al cabo de tres años no estemos seguros de que haya un proyecto o inversión para el Museo de Bellas Artes. El Ministerio se planteó que en esta legislatura no se iba a hacer nada y que había que marearnos con el tema de la sede. ¿Por qué desperdiciar el Palacio de la Aduana para sede del Museo de Bellas Artes? Lo que debe hacer el Ministerio es arreglar el Convento de la Trinidad y dejarlo como infraestructura cultural. Es como si el Ministerio dijera: "hago una cosa en Málaga, pero no hago dos". La Aduana y el Convento de la Trinidad son dos obligaciones que tiene el Ministerio. P. ¿Cuáles son sus libros de cabecera? ¿Qué películas le gustan? R. Jaime Gil de Biedma es uno de mis poetas predilectos. También Yeats y Rilke son muy importantes para mí. Poeta en Nueva York es uno de mis libros fundamentales. La filosofía de Wittgenstein ha sido siempre una de mis obsesiones. Hay una película que veo cada tres meses: Con faldas y a lo loco, de Billy Wilder. Me gusta mucho el cine de Woody Allen, con esa pátina que tiene de sociólogo existencial de la modernidad. Ahora me voy a tirar de cabeza en Obra inglesa de Blanco White, de Juan Goytisolo.

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