Las obras del jardín botánico de la Complutense carecen de licencia
El proyecto universitario más emblemático ocupa 40.000 metros"No somos un particular ni vamos a construir un supermercado", dice el gerente universitario
El jardín botánico de la avenida de la Complutense, la inversión emblemática de esta universidad en el mandato del rector Rafael Puyol, se está construyendo sin la preceptiva licencia de obras municipal. Las máquinas empezaron a trabajar en este solar de 40.000 metros cuadrados, frente a la Facultad de Ciencias de la Información, en diciembre de 1997. Hoy, 14 meses después, se ha completado el edificio de oficinas y servicios de la entrada (2.200 metros cuadrados edificados) y la urbanización de la finca, que sólo espera una época meteorológica más propicia para comenzar con la siembra de las especies vegetales. Todos estos trabajos se han realizado sin que el Ayuntamiento diese su autorización formal. De hecho, la solicitud de licencia no se produjo hasta julio de 1998, cuando las obras ya estaban muy avanzadas. El gerente de la Complutense, Dionisio Ramos, aduce: "En estas obras menores, es normal que primero se inicien las obras y la licencia se solicite a posteriori".En la Gerencia de Urbanismo sólo consta una solicitud para el jardín. Se remonta a 1992, en la época en que el rector de la Complutense era el hoy consejero Gustavo Villapalos, y el Ayuntamiento optó entonces por denegarla. Desde entonces no se ha tramitado ningún permiso para el erial más llamativo del campus, pero las obras se han desarrollado como si la Complutense lo tuviera.
La Complutense alega que la obra carece de interés especulativo
El gerente de la institución académica admitió que emprender una obra sin licencia "puede no parecer lo más normal", pero adujo que la Complutense mantiene una relación fluida con la administración municipal."En julio pasado entregamos la documentación relativa a esta licencia. No somos un particular que pide una licencia una vez en su vida, y tampoco nos mueve ningún interés especulativo. A nadie se le ocurre que vayamos a vender una facultad para construir en ella un supermercado", ironizó. Por ello, Ramos entiende que éste es un asunto "sin mayor trascendencia". "Incluso, si nos ponemos formalistas, podemos entender que se nos ha concedido ya la licencia por silencio administrativo desde julio", apostilló el gerente universitario.
El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, del Partido Popular (PP), reconoció que el convenio que firmaron el alcalde y los tres rectores de la Universitaria (Complutense, Politécnica y UNED) el pasado 11 de diciembre tenía entre sus primeros objetivos "regularizar la situación del jardín botánico". Sin embargo, ese convenio ha perdido validez por la declaración de la Ciudad Universitaria como bien de interés cultural, que la Comunidad tramitó por sorpresa dos días antes del acto entre el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y los rectores.
Del Río explicó que la declaración de bien de interés cultural "se superpone" al convenio rubricado por el alcalde de Madrid. Ello quiere decir que el Gobierno regional tendrá derecho de veto sobre el proyecto de la Universidad Complutense, aun en el caso de que el Ayuntamiento concediera la licencia.
De todas formas, el responsable del urbanismo capitalino se mostró optimista sobre la resolución del conflicto. "A lo largo de estos últimos días", reveló, "el director general de Patrimonio, Javier Aguilar, y yo mismo hemos iniciado una serie de reuniones para regularizar todo lo relativo a la Ciudad Universitaria. Los dos coincidimos en que debemos alcanzar un planeamiento urbanístico común, con una definición clara de las obras que son necesarias y las que no lo son".
El portavoz del PSOE en materia urbanística, José María de la Riva, aseguró que el ejemplo del jardín botánico "sirve como demostración de que el PP ha sembrado el caos en toda la Ciudad Universitaria". Y argumentó: "Ruiz-Gallardón promueve una protección especial que carece de presupuesto y de contenido. El Ayuntamiento mira para otro lado ante una obra sin licencia de esa envergadura. Y la Complutense se pone a construir un gran jardín al margen de toda autoridad. Menos mal que no les ha dado por edificar un fortín".
En este sentido el gerente de la universidad, Dionisio Ramos, expresó su apoyo al proyecto con el siguiente razonamiento: "Es discutible si te gusta un edificio o no, ciertamente. Pero no creo que sea discutible la ventaja que supone pasar de un descampado a un espacio de estudio y disfrute. Eso es lo más importante de toda esta historia del botánico".
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