Las reglas del juego

¿Es lógico que sea una universidad, precisamente, la que se salte las reglas del juego urbanístico y trabaje sobre una superficie de 40.000 metros cuadrados sin licencia urbanística? Según se mire, vienen a apuntar los protagonistas de esta historia. Ignacio del Río, segundo teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, responde así: "Cuando hablamos de instituciones públicas, tiene cierto sentido que se pueda suavizar, en un momento dado, el procedimiento administrativo". Un buen ejemplo de ello, dice este edil es la tramitación de licencias cuando quien desempeña el papel de solicitante es la Comunidad. "Las obras del metro, sin ir más lejos, requerían de las correspondientes licencias. Sin embargo, se llegó al acuerdo de prescindir de ellas para ganar en tiempo y en dinero", apuntó. Otro ejemplo se encuentra en el edificio de la Real Casa de Correos (Puerta del Sol), reformada hace ahora un año como sede del Gobierno regional. "Hubo licencia, sin duda", precisa Del Río, "pero se trató más de un acto de conformidad, que de otra cosa".El concejal socialista José María de la Riva se decanta más por pensar mal de las autoridades académicas. "Los rectores se han acostumbrado a construir lo que les parece bien. Yo pensaba que el respeto a las instituciones era consustancial a la universidad, pero ya veo que no siempre es así", dijo De la Riva.