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XIII CONGRESO DEL PP

Josep Piqué aprovecha el congreso para afiliarse y entrar en el Comité Ejecutivo

El presidente premia a Vidal Quadras con su permanencia en el máximo órgano de dirección

Javier Casqueiro

Josep Piqué, ministro de Industria y portavoz del Gobierno, se convirtió en protagonista de la segunda jornada del XIII Congreso Nacional del PP por partida doble. Primero, al trascender que el jueves se había afiliado al partido con el aval nada menos que de José María Aznar y Javier Arenas. Y segundo, porque su nombre figura, como gran novedad, en la lista del nuevo Comité Ejecutivo. Los máximos dirigentes populares no tenían ninguna duda de que, en su fuero interno, Piqué había decidido días atrás sacarse el carné del PP. La única incógnita era cuándo iba a anunciar en público su militancia. El propio ministro había admitido que era demasiado "ambiguo" y "contradictorio" seguir como independiente desde su nueva responsabilidad política, adquirida en julio al sustituir como portavoz del Ejecutivo a Miguel Ángel Rodríguez.

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Nadie ponía en duda en el PP en las últimas semanas que Piqué terminaría afiliándose al partido y algunos especulaban con que ésta podía ser, como así ha sido,una de las sorpresas que Aznar se reservaba para un cónclave, el XIII Congreso Nacional, que por otra parte estaba bastante huérfano de incertidumbres. Varios dirigentes del partido, sin embargo, ponían en cuestión en estas semanas el rédito electoral que esta afiliación sorpresa podía deparar ahora al partido. Y más cuando el ministro tampoco ha salido muy bien parado de las distintas acusaciones que sobre actuaciones de su departamento han aparecido precisamente en estas fechas.La mayoría en el PP daba casi por seguro que Piqué esperaría unos meses para enseñar su nuevo carné lo más cerca posible de las próximas elecciones catalanas, previstas para este otoño. No ha sido así. Piqué ejerció ayer sus nuevas responsabilidades desde la primera fila del principal auditorio donde se celebra el congreso del PP. Días atrás había llegado a confesar que notaba reticencias dentro del partido por su independencia. El ministro se perfila ahora, con el carné y como miembro de la ejecutiva, como el cabeza de lista del PP por Barcelona para las próximas elecciones generales.

El nuevo mando

Al margen de la inesperada irrupción partidista de Piqué, José María Aznar cerró ayer mismo con Javier Arenas, y sin más sorpresas, la nueva estructura de mando del PP. Los puestos clave de esta cúpula ya estaban predeterminados hace días. El propio Aznar los zanjó con antiguos colaboradores de su Gobierno en la Junta de Castilla y León y con experimentados históricos del aparato. Para el final quedaron sólo algunos huecos entre los 12 nuevos secretarios ejecutivos en que se ha dividido el organigrama del partido. Dos de esos puestos seguirán vacantes hasta dentro de unas semanas.Aznar sí quiso guardarse para la composición de su lista de 30 electos al Comité Ejecutivo Nacional alguna guinda. Y también para el cupo especial de cinco invitados que le conceden los estatutos. Tras anunciar con antelación que ratificaría a algunos de los veteranos dirigentes que se daban previamente por quemados, ayer mantuvo en su puesto, contra todo pronóstico, al ex presidente del PP catalán, el polémico Alejo Vidal Quadras. Antes, el propio Javier Arenas había admitido en la sesión de debate de su ponencia sobre La España plural prácticamente todas las enmiendas que Vidal Quadras le había planteado. Ningún resquicio fuera de control. Todos dentro. La máxima en el PP es ahora sumar, nunca restar. Y menos delante de tantos medios de comunicación.

Junto a la permanencia de Vidal Quadras resaltan en la lista de Aznar al Comité Ejecutivo algunos fichajes. Entran con respecto al anterior el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, el ex secretario de Estado de Deportes y candidato municipal para Barcelona, Santiago Fisas, el nuevo ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, y la edil de San Sebastián María San Gil, ex secretaria del asesinado Gregorio Ordóñez.

Antes de ser aclamado presidente por cuarta vez consecutiva, Aznar había mantenido sus últimas conversaciones para componer la lista de 30 personas que le arroparon en su candidatura. Barones, históricos con ascendente personal sobre el presidente y el propio Arenas le hicieron ver sus distintos criterios sobre cómo debía repartirse la formación del principal órgano colegiado del PP, el Comité Ejecutivo Nacional.

Aznar ya había completado primero la nueva cúpula real del PP, es decir los nueve miembros del Comité de Dirección que se reunirá semanalmente los lunes, y también a sus principales ayudantes, los 12 secretarios ejecutivos. El mando del PP se concretará ahora en Aznar; Javier Arenas como nuevo secretario general; los tres vicesecretarios generales, Rodrigo Rato, Jaime Mayor y Mariano Rajoy; y los cuatro coordinadores, Pío García Escudero (Organización), Rafael Hernando (Comunicación), Mercedes de la Merced (Formación) y Ana Mato (Participación y Acción Sectorial).

A este grupo directivo se unirán, cuando proceda por los asuntos a tratar, los tres portavoces parlamentarios del partido (Luis de Grandes, Estebán González y Gerardo Galeote). Nuevas Generaciones ha logrado que también sea llamado su presidente precisamente con una enmienda tramitada en el congreso y cuando los asuntos a discutir le competan. Es lo que ocurrirá también con los secretarios ejecutivos, que al final serán 12.

Aznar completó con la colaboración de Arenas este cuadro de secretarios ejecutivos. Consolidó a algunos históricos del aparato, como Juan Carlos Vera y Jesús Sepúlveda; cambió de cometido a otros, como Guillermo Gortázar (que pasa de Formación a Análisis y Documentación); ascendió a jóvenes con trayectorias inmaculadas como José Antonio Bermúdez de Castro y Esteban González; incorporó a dos personas del equipo de Arenas en el Ministerio de Trabajo como Ángeles Muñoz y Julio Sánchez Fierro; e hizo dos concesiones: una a Francisco Álvarez Cascos, al designar a la asturiana Mercedes Fernández; y otra al introducir en ese rango de mando del PP a un relegado del Gobierno en estos tres años, Enrique Fernández Miranda, actual vicepresidente del Congreso de los Diputados.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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