Poner orden
Se acuerdan. Era como hablaban los seudopolíticos de la época franquista, justificaban su paz con el orden a palos. Daba igual emplearse con universitarios, gitanos, obreros, lo importante era el silencio y el orden. Eran los tiempos del fuero del trabajo y de los procuradores en cortes, y no de mangas. Pues parece que algunos quieren que vuelvan. No hace ni una carga policial que el señor Aznar paseó por la Universidad y pudo observar como la policía reprimió a un grupo de estudiantes, que recibieron una de leches y otra de café de no te menees. Se dijo que los chicos gritaban demasiado -no se sabe si por la leña- y como no eran jarrais había que endiñarles para que escucharan en silencio. Pues nada, a seguir repartiendo leña. Ahora inmigrantes. Los concentran a las puertas de la Delegación de Trabajo de Jaén para tramitar permisos de trabajo y les hacen guardar cola a garrotazo y tente tieso. Explicación: los hemos hartao para protegerlos y les hemos lesionado para evitar que se lesionen. Hemos hecho bien, lamentamos no poder quitarles los palos, ya saben "palo dado, ni dios quitado". El cuento de siempre, irresponsabilidad. Sólo importa seguir. Ahí están Soledad Becerril y Rojas-Marcos, el de aquí, que después de asistir a los funerales de los muertos del Bazar España, la primera, y estar más callao que en misa -a la que no asistió- el segundo, se esconden en su mayoría para impedir una investigación que aclare las causas de la caída del muro. Pronto olvida Soledad que su partido -caso Gal- sostuvo, y con razón, que una cosa es la responsabilidad política y, otra, la personal, como también la rueda de prensa en la que afirmó, instrucción judicial en marcha, "este muro no es mío". Sería bueno que, alguna vez, en lugar de poner orden, se dijera la verdad, se escuchara una disculpa, se oyera que los inmigrantes no debieron ser golpeados y se respondiera de los actos de gobierno, aunque puestos a soñar, mejor con los Reyes Magos y, pedirles que La General no dedicara dinero a descubrir a perversos topos. Pero como no es Navidad y la noticia viene de los mismos irresponsables, esta verdad, si lo es, se conocerá cuando decidan los tribunales, escudo para la conservación de cargos desde los que, se supone, se sirve a los ciudadanos.EUGENIO SUÁREZ PALOMARES
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