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Arden tres plantas de un rascacielos situado en el centro de Barcelona

Un violento incendio se declaró ayer a las cuatro de la tarde en una planta del rascacielos de 23 pisos ubicado en la plaza de Urquinaona de Barcelona, situada al lado de la plaza de Cataluña, junto al barrio gótico. Las llamas causaron elevados daños materiales, pero no víctimas: sólo cuatro heridos leves. El fuego empezó en la planta 12ª, posiblemente por la combustión de unos disolventes, ya que en esa planta se efectuaban trabajos de pintura, y se extendió de forma fulminante a las plantas 12ª, 13ª y 14ª.

Desde la calle, la virulencia y espectacularidad de las llamas, que salían por todas las ventanas y orificios de las plantas siniestradas, presagiaba una tragedia de enormes dimensiones. La hora en que se desató el fuego cogió a la inmensa mayoría de personas que trabajan en las múltiples oficinas y empresas ubicadas en el rascacielos fuera del edificio o regresando de comer. Seguramente, esta costumbre tan española de interrumpir el trabajo al mediodía para destinar dos horas a la comida fue la circunstancia que actuó favorablemente para impedir que el fuego causara víctimas mortales.Las hipótesis iniciales de los Bomberos de Barcelona señalan que el fuego se originó en la planta 12ª sobre las 14.30, poco después de que los operarios que realizaban las obras de reforma de la planta se fueran a comer. Al principio, el fuego no pudo ser descubierto porque "actuó de forma larvada, latente", señala Jordi Murtra, director de los Bomberos de Barcelona. Fue a las 15.55 cuando las llamas ya actuaron sin cortapisas y se mostraron de forma manifiesta escalando hacia las dos plantas superiores.

Cinco minutos después de declararse el incendio, los bomberos tenían ya en los alrededores del edificio 50 hombres y 15 vehículos. Las dimensiones del fuego y la abundancia de humo hacían imposible combatir las llamas desde el interior del rascacielos, por lo que los bomberos tuvieron que desplegar sus aparatosas y altísimas escaleras, desde las que empezaron a tirar miles de litros de agua a presión hacia el interior del inmueble. En una hora, los bomberos controlaron el incendio y poco después lo tenían totalmente apagado.

Las causas del inicio del incendio no estaban ayer claras. Jordi Murtra explicó: "Nuestros técnicos y los de la policía científica serán quienes determinen cuál fue el desencadenante del incendio, que empezó en un despacho en el que no había ningún material combustible, pero que, al parecer, se extendió a otra dependencia en la que había disolventes por las obras de pintura. La combustión de estos disolventes pudo ser la carga de fuego que causara el gran incendio".

Arquitecto racionalista

El edificio, levantado a principios de la década de los setenta, es obra del arquitecto racionalista Antoni Bonet Castellana y de B. Miró Llort. El fuego no ha causado daños estructurales al rascacielos, pero provocó durante todo el día de ayer el cierre del inmueble, en cuyos bajos hay tiendas una caja y una oficina de Correos.Hoy se permitirá la entrada en la mayor parte de las plantas para que sus inquilinos puedan poner orden al caos en que se han convertido sus oficinas ya que los pisos situados inmediatamente debajo de la 12ª planta están inundados.

Jordi Murtra señala que, pese a que la normativa de la época en que se construyó el edificio no obligaba a ello, el rascacielos cuenta con escalera de evacuación, "lo que seguramente evitó males mayores".

Hace 27 años, cuando se inauguró el edificio, las leyes de protección contra el fuego estaban muy poco desarrolladas. Fue a partir de 1979 cuando la Administración empezó a legislar sobre la materia. Por tanto, los edificios de aquella época, al no tener la ley carácter retroactivo, no están obligados a seguir las estrictas normas que rigen en Barcelona para los edificios nuevos.

Murtra asegura que la legislación municipal de Barcelona sobre protección contra el fuego en edificios es de las más exigentes y duras de España. El Ayuntamiento aprovecha cualquier modificación sustancial de un edificio antiguo o su cambio de uso para aplicar la norma, que, según el jefe de bomberos, radica en dotarse de medios de detección inmediata del fuego y de cortafuegos interiores, así como de medios para evacuación del inmueble, como escaleras.

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