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Los bomberos controlan en apenas una hora el pavoroso incendio

VIENE DE LA PÁGINA 1 Cinco minutos después de declarado el incendio, los bomberos tenían ya en el edificio a 50 hombres y 15 vehículos. Las dimensiones del fuego y la abundancia de humo hacían imposible combatir las llamas desde el interior del rascacielos, por lo que los bomberos tuvieron que desplegar sus altísimas escaleras, desde las que echaron miles de litros de agua al interior del inmueble. En una hora apagaron el pavoroso incendio. Las causas del incendio no estaban ayer claras. Jordi Murtra explicó: "Nuestros técnicos y los de la policía científica serán quienes determinen cuál fue el desencadenante del incendio, que empezó en un despacho en el que no había ningún material combustible, pero al parecer las llamas se extendieron a otra dependencia en la que había disolventes por los trabajos de pintura. La combustión de estos disolventes pudo ser la carga de fuego que causó el gran incendio". Arquitecto racionalista El edificio, levantado a principios de la década de los setenta, es obra del arquitecto racionalista Antoni Bonet Castellana y de B. Miró Llort. El fuego no ha causado daños estructurales al rascacielos, pero obligó al cierre del inmueble, en cuyos bajos hay tiendas, una caja y una oficina de Correos. Hoy se permitirá la entrada en la mayor parte de las plantas para que sus inquilinos puedan poner orden al caos en que se han convertido sus oficinas ya que los pisos situados inmediatamente debajo de la 12ª planta están inundados. Pero muchas de las plantas tardarán días en estar como antes. Murtra señala que, pese a que la normativa de la época en que se construyó el edificio no obligaba, el rascacielos cuenta con escalera de evacuación, "lo que evitó males mayores". Hace 27 años, cuando se inauguró el edificio, las leyes de protección contra el fuego estaban muy poco desarrolladas. Fue a partir de 1979 cuando la Administración empezó a legislar sobre la materia. Por tanto, los edificios de aquella época, al no tener la ley carácter retroactivo, no están obligados a seguir las estrictas normas que rigen en Barcelona para los edificios nuevos. Murtra asegura que la legislación municipal de Barcelona sobre protección contra el fuego en edificios es de las más exigentes y duras de España. El Ayuntamiento aprovecha cualquier modificación sustancial de un edificio antiguo o su cambio de uso para aplicar la norma, que, según el jefe de bomberos, radica básicamente en dotarse de medios de detección inmediata del fuego y de cortafuegos interiores, así como de medios para evacuación del inmueble, como escaleras exteriores. En la madrugada del 27 de octubre de 1993, un incendio afectó a tres plantas del rascacielos de la plaza de Gal.la Placídia de Barcelona. Como ayer, también en aquella ocasión sólo se registraron daños materiales.

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Arden tres plantas del rascacielos de la plaza de Urquinaona de Barcelona
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