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CiU y CC evitan a Aznar tener que explicar en el Parlamento el reajuste de Gobierno

Anabel Díez

Los parlamentarios de la izquierda, acompañados por el PNV, vertieron ayer sobre José María Aznar, en la Diputación Permanente del Congreso, una sarta de descalificaciones muy gruesas atribuyéndole modos "autoritarios y caudillistas" tanto por la forma y el fondo de hacer política. Los portavoces de estos grupos acusaron al presidente del Gobierno de tratar a los parlamentarios como "delegados del congreso del PP" y de concebir el poder Legislativo como una prolongación del Ejecutivo. Todo quedó en nada, ya que el PP,CiU y Coalición Canaria votaron en contra de que el jefe del Ejecutivo tuviera que comparecer en la Cámara para explicar los cambios que ha hecho en su Gobierno.

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"No hay necesidad, porque no ha habido crisis, sino un pequeño reajuste que no alterna la política del Gobierno", argumentó el portavoz del PP, Luis de Grandes, para impedir la comparecencia parlamentaria de Aznar. En la votación, los peneuvistas se desmarcaron de los populares y se abstuvieron. El partido de Xabier Arzalluz confiaba en que los ministros que no estén a la altura de la etapa especial que vive el País Vasco fueran relevados.Luis Martínez Noval, del PSOE, Rosa Aguilar, de IU, Ricardo Peralta, de Nueva Izquierda, y Francisco Rodríguez, del BNG, sumaron 20 votos a favor de que Aznar compareciera en un pleno extraordinario. Sus oponentes, PP, CiU y Coalición Canaria, les ganaron por cinco.

Mucho se habló de formas democráticas por parte del socialista Martínez Noval, que acusó de "deslealtad" al Gobierno por haber anunciado el nombramiento de Esperanza Aguirre como presidenta del Senado sin haber mediado palabra con el resto de los grupos parlamentarios. "Juan Ignacio Barrero era nuestro presidente porque todos los grupos le votamos", recordó Martínez Noval. Tampoco les parece oportuno que el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, haya sido el encargado de anunciar desde la mesa del Consejo de Ministros que el próximo secretario general del PP será Javier Arenas, tal y como votarán el próximo fin de semana los delegados del PP en su congreso nacional. "Nos ha tratado a diputados y senadores como delegados del congreso del PP", se quejó el portavoz socialista, jaleado por sus compañeros, entre los que estaba la plana mayor de la dirección del PSOE.

"Para el señor Aznar, el Parlamento es una prolongación de sus atribuciones. Nos ha demostrado su peculiar concepción de las elementales reglas del sistema democrático", opinaba Martínez Noval. No le fue a la zaga en dureza Rosa Aguilar. "En el reajuste, el presidente sólo ha tenido en cuenta los intereses de su partido, y ahí tenemos al señor Piqué anunciando quién era elegido por el dedo secretario general del PP". "Tal y como ha hecho las cosas, Aznar demuestra su talante autoritario. No debe confundir a la sociedad diciendo que va al centro: no, señor Aznar, no se avergüence de decir que es usted de derechas por sus formas, por sus hechos y por sus políticas", remató Aguilar.

Argumentos de la misma índole utilizaron Francisco Rodríguez, del BNG, y Ricardo Peralta, de Nueva Izquierda, en tanto que Luis Mardones, de CC, y Ramón Companys, de CiU, no vieron necesidad alguna de que Aznar tuviera que explicar la remodelación de su gabinete. Mardones y Companys no adoptaron una actitud distinta a la que tomaron sus grupos cuando el PP en la oposición reclamaba la presencia de Felipe González cada vez que hacía un cambio de Gobierno. [González hizo cambios en nueve ocasiones. El 11 de julio de 1985 compareció en la Diputación Permanente para explicar el relevo de Miguel Boyer, a quien sustituyó Carlos Solchaga. El 11 de julio de 1988 acudió a un pleno extraordinario para dar cuenta de seis cambios de cartera. En las siete restantes ocasiones no compareció.]

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El Gobierno del PP no tuvo ayer el aliento del PNV, cuyo portavoz, Joxe Joan González de Txabarri, empezó con una frase que causó un silencio espeso entre el resto de los grupos. "Las formas con las que se ha llevado a cabo el cambio de Gobierno han puesto en evidencia la concepción del poder de quien lo ostenta". "Si este presidente no consulta ni a los suyos, qué podemos esperar los demás". Pero pronto se fue de palabra al País Vasco. Destacó que su grupo esperaba una crisis importante para hacer frente al proceso de pacificación, lo que todo el mundo interpretó como una petición de destitución de Jaime Mayor. "El Gobierno, ante un reto tan importante, sigue enquilosado en esquemas obsoletos que ya no sirven para abordar una situación que tantas esperanzas ha creado en los ciudadanos", remató.

El último en tomar la palabra fue el portavoz del Partido Popular, Luis de Grandes. "No hay nada que explicar porque no ha habido crisis de Gobierno; no ha habido confesión de parte de ninguna flaqueza; nadie ha salido del Gobierno por supuestas quemazones; sólo ha habido un pequeño reajuste", dijo De Grandes. Además, recordó que el jefe del Ejecutivo no ha hecho otra cosa que utilizar la atribución que le brinda el artículo 100 de la Constitución, que le deja toda la potestad para nombrar y destituir ministros.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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