Cascos
En el retablo de las maravillas de los dirigentes del PP, Álvarez Cascos destaca por su multidimensionalidad. ¡Se dedica a tantas cosas! A la caza del rebeco, a la pesca del salmón, al nuevo orden mediático y ahora, por lo visto, a las ciencias sociales desde la perspectiva de un filósofo de la historia dotado de una cosmogonía posmoderna en lo universal.Velemos por esa encomiable voluntad de superación, no vaya a convertirse el señor Álvarez Cascos en el Chiquito de la Calzada de la filosofía española contemporánea o en el Gil y Gil de la dialéctica de la nueva derecha ibérica pata negra.Porque tratar de emparentar históricamente los orígenes del nazismo, de los comunistas, del terrorismo etarra y de los muchachos que se manifestaron contra Aznar en la Universidad de Bellaterra de Barcelona es de una audacia científica e intelectual suicida, para ser sinceros. Sostener que nazis, comunistas, etarras y manifestantes anti-PP proceden de la misma base social es una tontería científico-social. Detrás de los movimientos de masas nazis o bolcheviques había poderosos y enfrentados pensadores; nazis, fascistas, falangistas, jonsistas y demás ralea estuvieron respaldados por gentes muy acomodadas que nunca se quitaron la camisa blanca mientras otros se partían la cara con la camisa negra, parda o azul. Entre los que en España jamás se quitaron la camisa blanca, mientras el franquismo les hacía el trabajo sucio de aniquilar a la chusma roja o separatista, aparecen linajes ahora reciclados democráticamente que van por la vida y la historia dando lecciones de liberalismo trémens, cercano al delirio trémens. Como es poco probable que un ministro tenga tiempo para pensar a tan alto nivel, lo más lógico es que ese discurso se lo hayan escrito con 20 duros de ideología neoliberal. Habría que aconsejar a don Francisco que no piense o que cambie de pensador. Su pensador de cámara se la ha jugado.
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