La sombra de Alzira
El estudio encargado por la Consejería de Sanidad a la empresa consultora concluye con una valoración sobre la edificación del hospital, que califica de obsoleta y disfuncional. Señala que el ratio de metros cuadrados construidos por cama es de 82, cuando un hospital de referencia debe tener un ratio de unos 120 metros cuadrados. Además de proponer la construcción de un nuevo edificio, sugiere la consultora que debe crecer la asistencia de tipo ambulatorio. Destaca el elevado volumen de actividad asistencial -La Fe representa el 20% de la asistencia hospitalaria de la Comunidad Valenciana- y estima que el impacto de la apertura del hospital de Alzira se traducirá en un descenso de la actividad entorno a un 15% en las áreas de hospitalización y consultas externas, aunque cualificados profesionales del hospital piensan que el impacto será mínimo en zonas como el hospital Infantil o el Maternal. Según el estudio, la descarga de pacientes que supone el nuevo hospital de La Ribera debe ser aprovechada para asumir toda la lista de espera acumulada, abrir nuevos servicios hasta ahora no desarrollados, dotar de más espacios a las consultas externas y mejorar el confort para el usuario. Entre otras propuestas, el estudio habla de mejorar la Unidad de Parapléjicos del pabellón de Rehabilitación, ampliar el Hospital de Día y mejorar la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria en Maternidad, mejorar el número de cunas/cama por habitación en el Infantil y ampliar las zonas de trabajo de Urgencias y la sala de espera del hospital Central. Entretanto, en las últimas semanas la dirección del hospital La Fe ha ido anunciando de forma paulatina y con cierta dosis de "oscurantismo", en palabras de los sindicatos, el cierre de varias plantas y unidades de hospitalización del centro, lo que ha provocado protestas por parte de los trabajadores, y la constitución de una Plataforma en Defensa del Hospital. La defensa de una gestión pública y el mantenimiento de los puestos de trabajo son algunos de los argumentos de la plataforma. El consejero, Joaquín Farnós, ya anunció que quedaban paralizadas las inversiones, en vista de que había un estudio que proponía la construcción de un centro nuevo en lugar de rehabilitar el edificio actual. Respecto del cierre de plantas, lo engloba en un proceso de reordenación del hospital. Lo cierto es que se respira inquietud entre los trabajadores, algunos de los cuales empezaron a trabajar en La Fe cuando tenían 25 años. Mañana, Farnós explicará en las Cortes sus planes para La Fe.
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