López Cuenca habla en Málaga de la relación del arte con la publicidad
Un hombre leía cansinamente frases como lemas publicitarios: "la programación de las televisiones es una excusa para emitir publicidad; los periódicos han usurpado el espacio de la información por el publicitario; muchas noticias no son más que formas de publicidad encubierta". Flanqueado por dos pantallas donde se iban proyectando sin parar imágenes de personajes del arte, la política o el espectáculo del siglo XX, junto a iconos y señales de tráfico, el poeta y artista Rogelio López Cuenca (Nerja, 1958) cerró el viernes con una provocadora conferencia sobre las relaciones entre arte, poder y publicidad el seminario Epílogos, que ha reunido a artistas contemporáneos españoles en el Centro Cultural Provincial de Málaga bajo el patrocinio de la Fundación Coca Cola. López Cuenca optó por obviar cualquier referencia autobiográfica en su discurso, cosa que, tras la insistencia del público, no logró. Trazó un minucioso análisis de cómo los mecanismos y estrategias publicitarias han ido copando las esferas del poder, el Estado, los medios de comunicación y el arte durante este siglo. Con frases contundentes y continuos saltos y citas a la prensa diaria -la alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos, como él mismo dijo, se convirtió en una fuente inagotable- el Premio Andalucía Artes Plásticas 1992 trazó una lectura política de lo que por obvio nos resulta invisible: las estrategias publicitarias son el lenguaje del poder. "La realidad contemporánea se articula a través de la publicidad", agregó. "La publicidad es el máximo campo de experimentación actual para un artista", reconoció López Cuenca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.