Nou Barris estrena los paseos de Fabra i Puig y de Verdaguer

El distrito de Nou Barris está de estreno. Los paseos de Fabra i Puig, del Doctor Pi i Molist y de Verdum han cambiado de fisonomía tras someterse a una reforma urbanística en unos dos kilómetros y medio en la que ha salido perdiendo el vehículo y ganando el peatón. La reforma, que se completará con la reurbanización del paseo de Valldaura y la Ronda del Mig, ha tenido un coste de 500 millones de pesetas. Antoni Santiburcio, concejal del distrito, destacó ayer que los nuevos paseos se han realizado con un diseño específico. Santiburcio afirmó que uno de los objetivos que se perseguían con la reforma era revitalizar el eje comercial de los tres paseos, en los que hay 250 tiendas. "Y se está consiguiendo porque la iniciativa privada está respondiendo con la renovación de muchos comercios y la implantación de otros nuevos". Pero el cambio más sustancial de la reforma es la reordenación de los espacios para el peatón y el vehículo. Aceras más anchas Por ejemplo, el paseo de Fabra i Puig ha pasado de seis carriles a cuatro-uno de ellos, aparcamiento de zona azul-, mientras que las aceras se han ensanchado y han pasado de cuatro metros a 7,5. La misma anchura tienen el paseo de Verdum y el del Doctor Pi i Molist. En números absolutos, la reforma supone pasar de 19.440 metros cuadrados de acera a 31.150. La proporción es inversa en el caso de la calzada para los vehículos, que antes tenía 32.560 metros cuadrado y se ha quedado reducida a 20.850. En los tres paseos se han plantado un total de 600 árboles. El mobiliario urbano instalado es diferente al que se suele utilizar en el resto de la ciudad. Santiburcio precisó ayer que se ha realizado un esfuerzo en conseguir un diseño propio y de calidad. Esa diferencia es apreciable sobre todo en las farolas y en los bancos. "Son diseño Nou Barris", definió Santiburcio, que reconoció que ese esfuerzo ha supuesto también un encarecimiento: "Son elementos más caros, pero también de mayor calidad". Las farolas de los tres paseos tienen un diseño particular, con dos puntos de luz a diferentes alturas, uno hacia la calzada y otro, más bajo, enfocado a las aceras. El concejal añadió que el esfuerzo está justificado para compensar lo que es el paisaje de los paseos renovados de Nou Barris: "Es evidente que ninguno de los tres paseos es la rambla de Catalunya o el paseo de Gràcia con sus fantásticos edificios. En Nou Barris están bien claras las cicatrices de los años del desarrollismo". También explicó que uno de los propósitos de las reformas es que Nou Barris sea "la Barcelona de primera" y matizó que no se persigue transformar "un trozo de periferia para que sea bonito, sino crear nuevos espacios centrales de la ciudad. Es una apuesta de futuro que tiene unos costes".