La Generalitat rechaza declarar Gallecs área de protección especial

Dos resoluciones del consejero de Política Territorial, Pere Macias, deniegan al Ayuntamiento de Mollet del Vallès un plan especial de protección de los terrenos agrícolas del paraje de Gallecs. Las resoluciones mantienen la zona como urbanizable no programada, contra la voluntad de todos los grupos del consistorio -el PSC, CiU, IC y el PP- de convertirla en no urbanizable de protección especial.

El freno de Política Territorial ha generado una respuesta fulminante del Ayuntamiento de Mollet, que ya ha anunciado la interposición de un recurso contencioso administrativo contra la resolución. En especial de la alcaldesa, Montserrat Tura, que interpretó la respuesta de la Generalitat como un ejemplo de la política territorial del Gobierno de CiU: "No se dan cuenta de que su modelo para Cataluña ya no funciona. No pueden llevarnos a la urbanización de todo el territorio porque entonces las generaciones futuras no recordarán ni lo que era el verde". Más que por el freno al plan especial (en parte previsible desde que el Instituto Catalán del Suelo -Incasol-, propietario de los terrenos, presentó recurso), la alcaldesa de Mollet se manifestó indignada por la argumentación del Gobierno catalán, que "discrimina a la ciudad aplicando una ley de 1970 que ya no está vigente". El debate sobre el futuro de la zona tiene ya cerca de 30 años de existencia. En 1970, el régimen franquista expropió 1.471 hectáreas de Gallecs repartidas entre siete municipios del Vallès Oriental y el Occidental, con el objetivo de construir una importante ciudad dormitorio siguiendo el modelo de Badia del Vallès. Con la llegada de la democracia y la estructuración del sistema autonómico, los terrenos fueron traspasados a la Generalitat y hoy son gestionados por el Incasol. Pese a las constantes reivindicaciones de los consistorios afectados y los ciudadanos, este organismo ya ha urbanizado un 37% de esas 1.471 hectáreas en varios planes parciales industriales, como los de Alstom y el Centro de Mercancías del Vallès. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Mollet, que tienen unas 600 hectáreas en la zona, lo que representa el 50% de su término municipal, optó por desarrollar un plan especial con el objetivo de convertirlas en un parque agrícola destinado a la educación medioambiental y a la experimentación de técnicas agrícolas, además de zona verde para los habitantes de la ciudad y municipios colindantes, propuesta que ahora ha sido denegada. Se da la circunstancia de que recientemente el Ayuntamiento de Parets también calificó los terrenos como zona agrícola de especial protección en la revisión del Plan General de Ordenación del municipio. Esta calificación, a tenor de lo sucedido en Mollet, tampoco tiene posibilidades de prosperar.